El tema de la violencia individual y social y su caracterización en las diferentes formas que asume es un punto medular en la Doctrina de Silo. En sus primeros escritos el tema ya aparece como central pero aquí vamos a considerar a título informativo, sólo algunas de sus expresiones orales o escritas: arengas, discursos y conferencias públicas.

En su primera expresión pública, la arenga llamada “La Curación del Sufrimiento”, Silo aborda diferentes temas pero la violencia y la conducta que la supera aparecen en ella de modo central.

En 1969 el mundo vivía bajo las tensiones de la “guerra fría” entre el bloque capitalista y el bloque comunista; Latinoamérica se retorcía bajo la opresión militar y la Argentina estaba asfixiada por una dictadura. La encabezaba un militar mesiánico, Juan Carlos Onganía, que consagró el país a la Virgen María mientras entregaba los recursos naturales al extranjero y cercenaba las libertades individuales.

La necesidad de reivindicar la subjetividad -se buscaba compensaciones al sin sentido en la droga y en otras formas de fuga vital- se vivía dramáticamente sin encontrar salida.

La violencia social no estaba entre las previsiones de los formadores de opinión y fue la primera crítica que recibió Silo cuando se refirió a ella: ¿por qué hablar de violencia cuando el país estaba pacificado? El 29 de mayo de 1969, apenas 25 días después de que Silo advirtiera, estallaba en la ciudad de Córdoba una rebelión popular espontánea montada sobre la acción conjunta de sindicatos y estudiantes.

Origen de la violencia individual

Refiriéndose a la experiencia subjetiva de la violencia, Silo explica su origen y advierte sobre su proyección hacia la sociedad: “La violencia en el hombre, movida por los deseos, no queda solamente como enfermedad en su conciencia, sino que actúa en el mundo de los otros hombres ejercitándose con el resto de la gente.”

Luego enmarca la violencia en el sufrimiento y explica la relación entre ambos términos:

“Hay un sufrimiento que se produce en ti merced a la enfermedad (y ese sufrimiento puede retroceder gracias al avance de la ciencia, así como el hambre puede retroceder pero gracias al imperio de la justicia). Hay otro tipo de sufrimiento que no depende de la enfermedad de tu cuerpo sino que deriva de ella (…) tal sufrimiento es de tu mente”

“Este tipo de sufrimiento, que no retrocede frente al avance de la ciencia ni de la justicia, si lo hace frente a la fe, frente a la alegría de vivir, frente al amor. Este sufrimiento está siempre basado en la violencia que hay en la propia conciencia. Se sufre por temor a perder lo que se tiene, por lo que se perdió, o por lo que se desespera alcanzar. Todos estos son sufrimientos propios de tu mente; todos ellos delatan la violencia interna, la violencia que hay en tu mente. Fíjate que esa violencia siempre deriva del deseo. Cuanto más violento es un hombre, más groseros son sus deseos. “

Más adelante, hace una primera diferenciación entre las distintas manifestaciones de la violencia: violencia física, económica, racial y religiosa. Previene que “hay otras formas de violencia” que desarrolla posteriormente.

Finaliza explicando qué hacer con la violencia interna: “Únicamente puedes acabar con la violencia en ti y en los demás y en el mundo que te rodea, por la fe interna y la meditación interna. No hay falsas puertas para acabar con la violencia”.

La apelación final en esta arenga es al individuo en su relación con los demás: “Lleva la paz en ti y llévala a los demás.”

Origen de la violencia social

En las tesis del Nuevo Humanismo la tesis 4 es particularmente descriptiva: “La contradicción social es producto de la violencia. La apropiación del todo social por una parte del mismo es violencia y esa violencia está en la base de la contradicción y el sufrimiento. La violencia se manifiesta como despojo de la intencionalidad del otro (y, por cierto, de su libertad); como acción de sumergir al ser humano, o a los conjuntos humanos, en el mundo de la naturaleza.”

No-Violencia activa

En el diccionario del Nuevo Humanismo , Silo la define como: “Estrategia de lucha del Nuevo Humanismo consistente en la denuncia sistemática de todas las formas de violencia que ejerce el Sistema. También, táctica de lucha aplicada a situaciones puntuales en las que se verifica cualquier tipo de discriminación”.

Los predecesores

La conferencia sobre “La religiosidad en el mundo actual” fue el segundo intento de Silo por abordar este tema en la sala de la Casa Suiza en Buenos Aires. Tuvo lugar el 6 de junio de 1986. El primer intento, en 1974, resultó fallido por la intervención policial que, sin que mediara acusación alguna, detuvo a los 500 asistentes que colmaban la sala. En esta conferencia hay un explícito reconocimiento a otros luchadores por la No-violencia que le precedieron: como Tolstoi, el hombre que fue un brillante escritor y devino en “el místico cristiano-anarco-pacifista, fuente indudable de un nuevo planteamiento y de una nueva metodología de lucha: la no-violencia (…) junto con las ideas de Ruskin, con el “Evangelio Social” de Fourier (aquel que mencionaba Marx en el Manifiesto), se combinan en un joven abogado indio que lucha por la no discriminación en África del Sur: Mohandas Gandhi.”

(…) Con él comienza la marcha pacífica; el paro de brazos caídos; la sentada callejera; la huelga de hambre; la ocupación pacífica… En suma, lo que él llama “resistencia civil”. (…) y surge…la fuerza moral contra la prepotencia económica, política y militar”.

En otra conferencia en Buenos Aires, el 24 de noviembre de 1994, ante la Comunidad Emanu-El destacó:”Si es por consecuencia y por fortaleza moral, la figura de Giordano Bruno frente al martirio, aparece como el paradigma del humanista clásico (…) ¿Y por qué, más allá del campo de la ciencia, no habríamos de considerar como genuinos humanistas a Tolstoi, a Gandhi y a Luther King? ¿No es Schweitzer un humanista? Estoy seguro que millones de personas en todo el mundo sostienen una actitud humanista ante la vida, pero cito a unas pocas personalidades porque constituyen modelos de posición humanista reconocidos por todos.”

En otro lugar vuelve sobre estos íconos de la No-violencia e incluye a otro africano: “Las concepciones de Tolstoi sobre la no-violencia y el amor se encarnaron de un modo original en la actividad de Gandhi en la India, Schweitzer en África, Nkrumah en Ghana, Luther King en los EE.UU.”

Recientemente, en la arenga del año 2004, en Punta de vacas, Silo destaca: “Dos grandes almas que lucharon contra la discriminación y la injusticia acompañan nuestro encuentro. Guías inspiradores de la no- violencia: Mahatma Gandhi y Luther King, supieron del fracaso pero jamás cejaron en su intento. Hoy están muy presentes en nuestra mente y nuestro corazón.”

Humanismo y vida cotidiana

En la citada conferencia de 1994 explica Silo: “Pero si alguien nos exigiera definir la actitud humanista en el momento actual le responderíamos en pocas palabras que “humanista es todo aquel que lucha contra la discriminación y la violencia, proponiendo salidas para que se manifieste la libertad de elección del ser humano”

Prehistoria e historia

En otra de sus numerosas conferencias, esta vez dictada en la Universidad Autónoma de Madrid, España, el 16 de abril de 1993, dando una “visión del Humanismo” enfatiza en que “ha de pasarse de la prehistoria a la verdadera historia humana recién cuando se elimine la violenta apropiación animal de unos seres humanos por otros.”

(…) “Los humanistas planteamos el problema de fondo: saber si queremos vivir y decidir en qué condiciones hacerlo. Todas las formas de violencia física, económica, racial, religiosa, sexual e ideológica, merced a las cuales se ha trabado el progreso humano, repugnan a los humanistas. Toda forma de discriminación, manifiesta o larvada, es motivo de denuncia para los humanistas”.

Límites

En 1993 se realiza en Moscú el Foro Humanista, un acontecimiento internacional del cual participaron delegaciones internacionales de 42 países y catedráticos de Rusia. Fue el 7 de octubre y tras recibir el saludo de Indra Devi (Eugenie Peterson), Silo explicó sus ideas de las que extraemos una breve cita sobre los límites a la integración cultural: “el Foro Humanista debe fijar sus condiciones mínimas. La primera es que no puede dar participación a aquellas corrientes que propicien la discriminación o la intolerancia; la segunda es que no puede dar participación a aquellas corrientes que propicien la violencia como metodología de acción para imponer su concepción o sus ideales por altos que éstos sean. Quitando esas limitaciones no tiene por qué haber otras”.

La actitud humanista en el momento actual

En otra importante conferencia de Silo ya citada- que tuvo lugar en Buenos Aires en la Comunidad Emanu-El, sede del judaísmo liberal en Argentina, leemos:

“En lo referente a la actitud que menciono, y que es posición común de los humanistas de las distintas culturas, debo destacar las siguientes características: 1. ubicación del ser humano como valor y preocupación central; 2. afirmación de la igualdad de todos los seres humanos; 3. reconocimiento de la diversidad personal y cultural; 4. tendencia al desarrollo del conocimiento por encima de lo aceptado como verdad absoluta; 5. afirmación de la libertad de ideas y creencias y 6. repudio a la violencia.”

La conciencia no-violenta

En la más reciente conferencia de Silo en Argentina, el 17 de mayo de 2006 en el Parque La Reja, Buenos Aires, presentó Psicología IV con la que se completa su aporte a esta disciplina, que se plasmó como libro en agosto de 2006 y fue presentado en la Feria del Libro de Rosario en esa fecha. En un pasaje, en el marco de las estructuras de conciencia, refiriéndose a los fenómenos accidentales y fenómenos deseados, explica:

“Creo oportuno hacer aquí una pequeña digresión. Es posible considerar configuraciones de conciencia avanzadas en las que todo tipo de violencia provocara repugnancia con los correlatos somáticos del caso.

Tal estructuración de conciencia no violenta podría llegar a instalarse en las sociedades como una conquista cultural profunda. Esto iría más allá de las ideas o de las emociones que débilmente se manifiestan en las sociedades actuales, para comenzar a formar parte del entramado psicosomático y psicosocial del ser humano.”(…)

Pacifismo y No-violencia

En 1983, el periódico argentino El Observador, publicó un artículo de Silo titulado Pacifismo y No-violencia. Fue un aporte a la construcción de un mundo sin el flagelo de la violencia. Partiendo con una pregunta:

“¿Por qué se insiste en que el trabajo social más importante es aquél que se orienta hacia el logro de la paz?” la respuesta ponía las cosas en su lugar, negro sobre blanco: “Porque se parte de esta disyuntiva sin punto medio: paz creciente, o destrucción creciente.”

Armamentismo y Equilibrio Bélico

En respuesta a quienes hablaban de “relativo equilibrio bélico”, de “guerras limitadas” Silo rescata, en ese artículo, el valor de cada una de las vidas de “tres millones de seres humanos que (según datos de Naciones Unidas) han sido muertos en estos 15 últimos años”.

Y más adelante preguntaba: “¿Por qué no ir equilibrando hacia el desarme, en lugar de lo contrario?”

Armamentismo y defensa

Frente al argumento de que las grandes potencias necesitan defender zonas cada vez más amplias, Silo respondía: “De acuerdo a ello, llegará un momento en que no habrá punto en el planeta que no sea de interés vital para alguna superpotencia. Con ese pretexto, ya podemos ir despidiendo a la libertad, a la justicia, al derecho y a toda nación que no sea poderosa.”

Respecto del fenómeno del armamentismo en países pequeños, explicaba: “Observe el mapa de los conflictos armados y verá que estos se multiplican en las periferias de las potencias. De manera que las productoras de armas parecen estar muy interesadas en proveer a los “necesitados”, porque el mercado bélico también está en alza en los países subdesarrollados. Solamente que en ellos, si aproximadamente el 30% de sus presupuestos anuales se destina a gastos militares y no a actividades productivas, el empobrecimiento y la deuda externa tienden a multiplicarse.”

Armamentismo y Economía

“El armamentismo es, básicamente, guerra económica en la que un bando trata de hacer distraer recursos productivos al otro. Ahora bien, todo el material de rezago u obsoleto, debe ser colocado en otras áreas a fin de resarcir del mejor modo posible las inversiones realizadas en su momento.”

“Los poderosos aumentan su potencial bélico, desarrollan conflictos en la periferia y generan dependencia económica a su alrededor. Como, por otra parte, los llamados “puntos de interés vital”, empiezan a ser todos los puntos del mundo, cada gigante tendrá que custodiarlos directa o indirectamente, por medio de las armas. Hoy será la propia frontera, mañana el acceso a las vías de comunicación, luego los mares cálidos, más adelante las fuentes petroleras y de materias críticas… así siguiendo, hasta llegar al espacio exterior.”

Guerra Total

Frente al razonamiento de que “a nadie se le ocurriría hoy, apretar el botón sin esperar respuesta inmediata del agredido”, Silo alertaba en 1983 sobre la creciente probabilidad de accidentes y la acción de pequeños grupos terroristas:

“Efectivamente, las potencias no desean una guerra total en la cual quedarían destruidas, pero consideran factible la guerra nuclear restringida. Sin embargo, como el monopolio atómico es relativamente manejable, nadie está libre del accidente que podría precipitar una potencia menor, ni tampoco del chantaje que un pequeño grupo estaría en condiciones de ejercer.”

(…) “Además, de seguir así las cosas, tampoco nadie estará exento de quedar entrampado en una zona en la que se produzca un conflicto restringido, o un encuentro convencional como consecuencia del desarrollo bélico que propician las grandes potencias.”

La crisis del sistema

La conclusión desalentadora de los escépticos y de quienes creen sólo en la fuerza y en el número –es decir, en la violencia- era que corrientes de opinión, organizaciones no gubernamentales o partidos, no podrían detener el armamentismo. A eso respondía Silo, explicando las consecuencias de la crisis del sistema y anticipando lo que vendría en las siguientes décadas:

“No se trata de voluntarismos personales o grupales. Se trata de las crisis del sistema que acompañan al desarrollo bélico. Por ejemplo: las deudas podrían no pagarse y el sistema financiero entrar en colapso; determinados recursos esenciales, agotarse: las alianzas militares, fracturarse… La asfixia económica de las poblaciones, puede hacer cambiar el signo del sistema bajo el cual viven. La violencia, entonces, llegaría a un nivel de contaminación cotidiano tal, que la seguridad personal se vería disminuida en cualquier ciudad y a plena luz del día. Terrorismo, delincuencia común, agresión y arbitrariedad en todos los niveles pueden llevar a las poblaciones a la explosión social.”

“En una crisis generalizada del sistema, los mecanismos de control se fracturan y los pueblos se orientan en dirección opuesta a los factores que les han acarreado sufrimiento. Los pueblos son amantes de la paz, pero si sus gobernantes, ilegítimamente los arrastran al conflicto, aquellos los repudian también violentamente. No se trata de voluntarismos. La crisis general del sistema está ligada indisolublemente al desarrollo bélico y, por tanto, se están creando condiciones de repudio activo hacia el sistema global. El punto está en que es necesario tomar conciencia y hacerla tomar a otros con respecto a que las prácticas violentas en todos los campos, son la traducción de la misma metodología de acción del sistema.”

La violencia como elección

Respecto de otro tópico que esgrimen los violentos para justificarse, el de que la violencia es inherente a la naturaleza humana, señalaba Silo:

“No es el caso, ahora, de discutir acerca de la supuesta “naturaleza humana”. Tal idea, se opone al progreso humano. Lo cierto es que la paz es posible en este momento crítico y en los momentos inmediatamente futuros que se avecinan, si los pueblos advierten que la violencia es parte de la metodología del sistema. Consecuentemente, la crisis podrá superarse oponiendo la metodología de la no-violencia.”

En cuanto a la eficacia de la No-violencia para enfrentar a regímenes como el nazismo, Silo mostraba el contexto de las dictaduras sangrientas: “Por cuanto la violencia estaba generalizada en aquella época (casi tanto como en la actual), las dictaduras pudieron imponerse. ¿Cómo podrían los fascismos haberse instalado en medios no-violentos? No se puede aislar a un fenómeno de su contexto. Si se toma al nazismo una vez desarrollado y se le opone luego un medio no-violento, se equivoca el planteo intencionadamente. Las cosas son a la inversa: en un medio no-violento, las dictaduras no pueden desarrollarse.”

Esclarecimiento y movilización

En cuanto a “qué hacer” para lograr un cambio en la situación mundial en base a la No-violencia, la respuesta de Silo era contundente: “no se trata de actitudes voluntaristas de individuos o grupos. Es inevitable que la crisis general del sistema, esté acompañada por el fortalecimiento de los movimientos pro paz, de tal modo que a partir de la presión social éstos comiencen a determinar la orientación de los estados, en dirección opuesta a la que hoy llevan.”

(…)”hay dos actividades a tener en cuenta: el esclarecimiento y la movilización. Es decir: esclarecerse, esclarecer a otros sobre el problema y simultáneamente, movilizar al medio en el que uno vive, en la dirección de la paz.”

“Pocas personas saben cuántos millones de dólares se gastan en armas por minuto. Pocas conocen las toneladas de explosivos distribuidas per capita, entre los 4.300 millones de habitantes del planeta. La mayoría ignora cuántos hospitales, escuelas, universidades y centros de investigación pueden levantarse con el presupuesto de armas. Sólo unos pocos especialistas reconocen la cantidad y calidad de alimento (en todo caso fenomenal), que puede producirse con tales capitales: las áreas no fértiles y las erosionadas que son pasibles de ser recuperadas. Y desde luego que aún no se ha despertado completamente una conciencia ecológica que con el tiempo contribuirá a desterrar el crimen contra el ser humano y la naturaleza. Crimen alimentado especialmente por la voracidad de los círculos belicistas, indiferentes a la contaminación radiactiva y química.”

“El impulso que se dará a las zonas menos favorecidas el día que, efectivamente, las armas sean fundidas en herramientas de progreso, es algo aun no tenido en cuenta por el ciudadano medio, al cual deliberadamente se le ha retaceado este tipo de información.”

“Por último, tampoco se han hecho esfuerzos para dar a conocer a las poblaciones cuánto más alto sería su ingreso, cuánto mejor su calidad de vida, cuánto más despejado su horizonte en seguridad y posibilidades, si el armamentismo estuviera declinando.”

“Esclarecer con estos tópicos, informando concretamente al medio en el que uno trabaja y vive; hacer tomar conciencia en base a datos precisos a las colectividades políticas y religiosas en las que uno participa; trabajar para que tales informaciones se difundan por todo vehículo adecuado, es hacerlo a favor de la paz.”

“Y en cuanto a la movilización de capas cada vez más amplias de la sociedad en la dirección propuesta, todo aquello que las oriente organizadamente en acciones concretas y con una metodología no-violenta, es factor a tener en cuenta para la formación de un frente social en desarrollo.”

Organización

Destaca Silo en “Pacifismo y No-Violencia” que el modo de implementar el esclarecimiento y la movilización de una manera efectiva y sostenida era la organización.

“Una organización que esclarezca sobre las grandes lacras de la humanidad: la violencia física, la violencia económica, la violencia racial y la violencia religiosa. Una organización que cree centros de comunicación directa (no intermediada como lo hacen los medios de difusión). Por último, una organización que permita a cada persona comunicarse consigo misma y que enseñe a desarmar la bomba de violencia que cada ser humano lleva en su interior.”

Comunicación directa

En la nota periodística que nos ocupa, Silo precisa hasta los detalles:

“se requiere una estructura que sea montada en base a centros de comunicación directa entre las personas y en la cual cada partícipe pueda asumir una nueva postura frente a la vida inspirada en la no-violencia. Esa organización, debe ser apta para orientar a capas cada vez más amplias de la población, en frente común contra la violencia. Por lo demás, debe ser construida en el medio en que se desarrollan las actividades cotidianas. El medio laboral, profesional, estudiantil y el medio habitacional y de relación: el barrio, la población, la familia y el grupo de compañeros.

Sociedad e individuos en paz

“El ideal mayor y de más largo alcance, es el logro de una sociedad de paz, pero cada medio particular ofrece posibilidades concretas de acción para el esclarecimiento, la movilización y la suma de voluntades en la misma dirección.

(…) el ideal del mundo de paz, comienza a efectivizarse en la práctica y en el compromiso diario con el medio en que a cada cual le toca vivir y en el cual cada uno debe luchar por lograr transformaciones positivas.

Metodología para el cambio

En el libro “Carta a mis Amigos, sexta carta, está el Documento Humanista, una declaración de Principios de esta corriente de pensamiento donde se fija, en el punto III. “La posición humanista” Luego, en la séptima Carta, Silo explica las diferencias entre Revolución, entendida como cambio de fondo y la No-violencia como metodología para obtener el poder.

Finalmente, en beneficio de la extensión de este trabajo de divulgación, quienes se interesen en profundizar sobre el tema pueden acudir al “Diccionario del Nuevo Humanismo”. En ese material, incluido también en Obras Completas II, hay explicaciones precisas sobre las diferentes formas de la violencia y su relación con la No-violencia como postura moral, actitud, metodológica y forma indudable de acción válida, entre otras.