31 oct 2023

John Stewart: Evolución intencional

 John Stewart es miembro principal del Grupo de Investigación sobre Evolución, Complejidad y Cognición ( ECCO ) de la Universidad Libre de Bruselas, Bélgica. Su trabajo sobre la direccionalidad de la evolución y sus implicaciones para la humanidad ha sido publicado en varios artículos clave en revistas científicas internacionales. Es autor de La flecha de la evolución: la dirección de la evolución y el futuro de la humanidad (2000) y El manifiesto evolutivo .

EVOLUCIÓN INTENCIONAL

JUAN STEWART

Los equipos cooperativos unidos por objetivos comunes siempre tendrán el potencial de tener más éxito que los individuos aislados.

Ha comenzado una fase completamente nueva en la evolución de la vida en la Tierra. Cambiará todo. En esta nueva fase, la evolución será impulsada intencionalmente por la humanidad. La cosmovisión evolutiva que surge de la comprensión de este papel tiene el potencial de transformar la naturaleza de la existencia humana.

En la actualidad la humanidad está perdida. No sabemos qué estamos haciendo aquí. Carecemos de una visión del mundo que pueda señalar nuestro lugar y propósito en el universo y que también pueda resistir el escrutinio racional.

Pero este período difícil está llegando a su fin. El surgimiento de una nueva cosmovisión evolutiva está empezando a sacarnos del abismo. La nueva cosmovisión tiene una capacidad única para revelar quiénes somos y qué deberíamos hacer con nuestras vidas. Se basa únicamente en el conocimiento científico y la razón para identificar nuestro papel crítico en la evolución futura. La cosmovisión evolutiva puede unirnos en una gran empresa común y proporcionar significado y propósito a la existencia humana.


En el centro de la visión evolutiva del mundo está el hecho de que la evolución tiene una trayectoria: se dirige en una dirección particular. Sin embargo, la evolución en la Tierra no avanzará más allá de cierto punto a menos que sea impulsada consciente e intencionalmente. Si esta transición a la evolución intencional no ocurre, la evolución en este planeta se estancará y la humanidad no contribuirá positivamente a la futura evolución de la vida en el universo: seremos un experimento evolutivo fallido.

Es como si la evolución fuera un proceso de desarrollo. Así como un embrión humano está organizado para desarrollarse a través de una serie de etapas hasta producir un adulto, la evolución tiende a producir una secuencia particular de resultados de complejidad creciente. Inicialmente, la evolución avanza en esta dirección por sí sola. Sin embargo, en un punto particular la evolución seguirá avanzando sólo si se cumplen ciertas condiciones: deben surgir organismos que despierten a la posibilidad de que estén viviendo en medio de un proceso de desarrollo; deben darse cuenta de que de ellos depende el éxito continuo del proceso; y deben comprometerse a hacer avanzar activamente el proceso.


EL SURGIMIENTO DE LOS EVOLUCIONISTAS INTENCIONALES

A principios del siglo XXI, en todo el planeta están surgiendo individuos que eligen dedicar sus vidas a hacer avanzar conscientemente el proceso evolutivo. Ven que sus vidas son una parte importante del gran proceso evolutivo que ha producido el universo y la vida dentro de él. Se dan cuenta de que tienen un papel importante que desempeñar en su evolución futura.

Redefinirse a sí mismos dentro de una perspectiva evolutiva más amplia es proporcionar significado y dirección a sus vidas: ya no se ven a sí mismos como individuos aislados y preocupados por sí mismos que viven por un corto tiempo y luego mueren de manera irrelevante en un universo sin sentido. Saben que para que la evolución siga alcanzando su potencial, ahora debe ser impulsada intencionalmente, y es su responsabilidad y destino contribuir a ello.

Estos individuos están despertando a la comprensión de que la evolución no es un proceso aleatorio y sin objetivo. Se dirige en una dirección particular. Este es un conocimiento muy importante: una vez que entendemos la dirección de la evolución, podemos identificar dónde nos encontramos a lo largo de la trayectoria evolutiva, descubrir cuáles son los próximos pasos y ver lo que significan para nosotros, como individuos y colectivamente.


LA FLECHA DE LA EVOLUCIÓN

Es fácil ver qué ha impulsado esta larga secuencia de evolución direccional.

¿Hacia dónde se dirige la evolución? Contrariamente a comprensiones anteriores de la evolución, una tendencia inequívoca es hacia una mayor interdependencia y cooperación entre los procesos vivos. De ello se deduce que si los humanos queremos avanzar en el proceso evolutivo en este planeta, una tarea importante será encontrar formas más cooperativas de organizarnos.

La tendencia hacia una cooperación cada vez mayor queda bien ilustrada por una breve historia de la evolución de la vida en la Tierra. Durante miles de millones de años después del big bang, el universo se expandió rápidamente en escala y se diversificó en una multitud de galaxias, estrellas, planetas y otras formas de materia sin vida. La primera vida que finalmente surgió en la Tierra fue infinitesimal: estaba compuesta de unos pocos procesos moleculares. Pero no permaneció en esta pequeña escala por mucho tiempo. En el primer desarrollo importante, grupos cooperativos de procesos moleculares formaron las primeras células simples. Luego, en otro avance significativo, las comunidades de estas células simples formaron células más complejas de escala mucho mayor.

Después de muchos millones de años más se desarrolló otra importante transición evolutiva. La evolución descubrió cómo organizar grupos cooperativos de estas células complejas en organismos multicelulares como insectos, peces y, finalmente, mamíferos. Una vez más, la escala de los procesos vivientes había aumentado enormemente. Esta tendencia continuó con el surgimiento de sociedades cooperativas de organismos multicelulares, incluidas colmenas de abejas, manadas de lobos y tropas de babuinos. El patrón se repitió con los humanos: las familias se unieron para formar bandas, las bandas se unieron para formar tribus, las tribus se unieron para formar comunidades agrícolas, etc. Las organizaciones cooperativas de procesos vivos de mayor escala en el planeta son ahora sociedades humanas.

Esta tendencia inconfundible es el resultado de muchas repeticiones de un proceso en el que entidades vivientes se unen para formar cooperativas de mayor escala. Sorprendentemente, los grupos cooperativos que surgen en cada paso de esta secuencia se convierten en entidades que luego se unen para formar los grupos cooperativos en el siguiente paso de la secuencia.

Es fácil ver qué ha impulsado esta larga secuencia de evolución direccional: en todos los niveles de la organización, los equipos cooperativos unidos por objetivos comunes siempre tendrán el potencial de tener más éxito que los individuos aislados. Será lo mismo dondequiera que surja vida en el universo. Los detalles diferirán, pero la dirección será la misma: hacia la unificación y la cooperación en escalas cada vez mayores.

La vida ha recorrido un largo camino en este planeta. Cuando comenzó, los procesos vivos individuales podían hacer poco más que influir en acontecimientos a escala de procesos moleculares. Pero como resultado de la formación sucesiva de cooperativas cada vez más grandes, procesos de vida coordinados ahora gestionan y controlan acontecimientos a escala continental. Y la vida parece estar en el umbral de otra transición evolutiva importante: la humanidad tiene el potencial de formar una sociedad global unificada e inclusiva en relación simbiótica con nuestras tecnologías y con el planeta en su conjunto. En el proceso, “nosotros” (el todo) llegaremos a gestionar la materia, la energía y los procesos vivos a escala planetaria. Cuando surja esta organización global, la escala de la organización cooperativa habrá aumentado más de un millón, mil millones de veces desde que comenzó la vida.

Si la humanidad quiere alcanzar su potencial en la evolución de la vida en el universo, esta expansión de la escala de la organización cooperativa continuará. La organización global tiene el potencial de expandirse hacia el sistema solar y más allá. Al gestionar la materia, la energía y los procesos vivos a escalas cada vez mayores, la organización humana podría eventualmente alcanzar la capacidad de influir en eventos a escala del sistema solar y la galaxia. Y la organización humana podría repetir las grandes transiciones de su pasado evolutivo asociándose con cualquier otra sociedad de procesos vivos que encuentre.

El gran potencial del proceso evolutivo es producir eventualmente una organización cooperativa unificada de procesos vivos que abarque y administre el universo en su conjunto. La materia del universo sería infundida y organizada por la vida. El universo mismo se convertiría en un organismo vivo que perseguía sus propias metas y objetivos, cualesquiera que fueran. En su largo ascenso desde la escala de los procesos moleculares, la vida habrá unificado el universo que fue destruido por el Big Bang.


AUMENTO DE LA INTELIGENCIA Y LA CAPACIDAD DE EVOLUCIÓN

A medida que la vida aumenta en escala, surge una segunda tendencia importante: mejora en su evolución. Los organismos que son más evolucionables son mejores para descubrir los comportamientos adaptativos que les permiten tener éxito en la evolución. Son más inteligentes a la hora de encontrar soluciones a los desafíos adaptativos y de encontrar mejores formas de alcanzar sus objetivos.

Inicialmente, los procesos vivos descubren mejores adaptaciones mediante prueba y error. Descubren qué comportamientos son más eficaces probándolos en la práctica. Inicialmente, esta búsqueda de prueba y error se produce a través de generaciones a través de mutaciones a nivel genético. Un avance importante se produce cuando esta evolución basada en genes descubre cómo producir organismos con capacidad de aprender mediante prueba y error durante su vida.

En otra transición importante, los organismos desarrollan la capacidad de formar representaciones mentales de su entorno y del impacto de conductas alternativas. Esto les permite prever cómo responderá su entorno a sus acciones. En lugar de probar comportamientos alternativos en la práctica, ahora pueden probarlos mentalmente. Comienzan a comprender cómo funciona su mundo y cómo puede manipularse conscientemente para lograr sus objetivos adaptativos. La capacidad de evolución recibe otro impulso significativo cuando los organismos desarrollan la capacidad de compartir el conocimiento que utilizan para construir sus representaciones mentales. La imitación, el lenguaje, la escritura y la imprenta son ejemplos importantes de procesos que transmiten conocimiento adaptativo. Estos procesos permiten la rápida acumulación de conocimientos a través de generaciones y la construcción de modelos mentales más complejos.

Con el tiempo, los organismos con estas capacidades desarrollarán una teoría de la evolución: adquirirán el conocimiento para construir modelos mentales de los procesos evolutivos que produjeron los procesos vivos en su planeta, incluidos ellos mismos. Por primera vez tendrán una poderosa historia basada en la ciencia que explica de dónde vienen y su lugar en el desarrollo del universo.

En cualquier planeta donde surja vida, es probable que la tendencia hacia una mayor capacidad de evolución produzca eventualmente organismos que despierten a su historia evolutiva y sus posibilidades futuras. Comenzarán a comprender los procesos evolutivos a mayor escala que los han producido y que regirán el futuro de la vida en su planeta. Los organismos comenzarán a verse a sí mismos como si hubieran alcanzado una etapa particular en un proceso evolutivo continuo y direccional. Sabrán hacia dónde se dirige la evolución y qué deben hacer si quieren hacer avanzar la evolución en su planeta.


CONCIENCIA EVOLUTIVA

En cualquier planeta donde la vida alcance esta etapa, algunos individuos comenzarán a experimentar un cambio crítico de conciencia. Cada vez más dejarán de considerarse a sí mismos principalmente como individuos aislados y preocupados por sí mismos. En cambio, comenzarán a verse y experimentarse a sí mismos como participantes y actores en el gran proceso evolutivo de su planeta. El objeto de su autorreflexión cambiará. Cuando piensan en sí mismos, tenderán a verse como parte del proceso evolutivo. Su participación consciente en la evolución se convertirá cada vez más en la fuente de valor y significado de sus vidas. Las realizaciones clave que contribuirán a este cambio de conciencia son:  

una vida dedicada a la búsqueda de deseos y placeres estrechos no puede valer la pena. Verán que sus deseos son la forma en que la evolución los programa para ser adaptables y exitosos en entornos pasados. En muchos casos, sus deseos y placeres ya no sirven a los intereses de la evolución; a menudo producen comportamientos que ahora son desadaptativos y motivan acciones que socavarán el proceso evolutivo en lugar de hacerlo avanzar;

tienen la oportunidad de ser participantes conscientes en los procesos evolutivos que darán forma al futuro de la vida en su planeta. Pueden desempeñar un papel importante en la realización de los próximos grandes pasos en la evolución;

 la exitosa evolución futura de la vida en su planeta depende de su participación consciente. A diferencia de las grandes transformaciones evolutivas del pasado, los pasos hacia una sociedad planetaria unificada y sostenible y más allá son demasiado complejos para descubrirlos mediante prueba y error. Se lograrán sólo mediante los esfuerzos conscientes de los organismos, y no de otra manera. Los organismos conscientes necesitarán visualizar la sociedad planetaria y diseñar estrategias para llegar allí. Si se deja al azar, no sucederá: en el pasado, el azar tomó millones de años y muchos comienzos en falso para producir organizaciones cooperativas como células complejas;

 sus acciones pueden tener significado y propósito en la medida en que sean relevantes para el proceso evolutivo más amplio. En la medida en que sus acciones puedan contribuir positivamente a la evolución, son significativas para un proceso más amplio fuera de ellos que se ha estado desarrollando mucho antes de que nacieran y que continuará mucho después de que mueran;

 Por lo tanto, la perspectiva evolutiva les proporciona una respuesta a la gran pregunta existencial que enfrenta todo individuo consciente: ¿Qué debo hacer con mi vida?

 su despertar a la perspectiva evolutiva y el despertar de otros como ellos es en sí mismo un evento evolutivo de importancia crítica en su planeta.

Una forma de experimentar la importancia de tal cambio de conciencia es pensar y sentir en el siguiente escenario:

Imagine que forma parte de una comunidad de células conscientes entre una población más grande de células inconscientes. Inicialmente entiendes que tu existencia consiste en hacer las cosas que hacen las células, interactuar con otras células y perseguir objetivos e intereses celulares típicos. Pero luego empiezas a descubrir que las actividades e interacciones momento a momento que ocupan tu tiempo son parte de procesos y patrones mucho más amplios. A medida que acumula más conocimiento, comienza a darse cuenta de que estos procesos más amplios son direccionales y conducen a alguna parte. Esto culmina en una epifanía repentina cuando te das cuenta de que tú y las otras células sois parte de un proceso de desarrollo dirigido a producir un organismo multicelular complejo.

Pero la cima de su epifanía evolutiva aún está por llegar. Ocurre cuando ves que darte cuenta de que eres parte de un proceso de desarrollo tiene un papel clave en el desarrollo exitoso del proceso en sí. Descubres que el proceso de desarrollo está organizado de tal manera que su finalización exitosa depende de que tú y los demás miembros de tu comunidad se den cuenta de esto; depende de que tu comunidad de células tome conciencia de la naturaleza del proceso de desarrollo y actúe conscientemente. de manera que avance el proceso. Entiendes que sin el surgimiento de células que se vuelvan conscientes de este proceso y que utilicen esta conciencia para guiar sus acciones, el proceso de desarrollo fracasará. Tu realización te lleva a una elección fundamental: puedes decidir dedicar intencionalmente tu existencia a hacer avanzar el proceso de desarrollo y ayudar a que se complete con éxito; o puedes continuar viviendo tu limitada existencia celular como lo hacías antes, persiguiendo estrechos intereses celulares, pero ahora sabiendo que tu existencia no significará nada en el esquema más amplio de las cosas.

En cualquier planeta que alcance esta etapa, el surgimiento de individuos que experimentan tal cambio de conciencia puede entenderse como el proceso evolutivo en el que el planeta toma conciencia de sí mismo. A través de estos individuos, el proceso evolutivo desarrolla capacidades de autorreflexión, autoconocimiento y previsión. Utilizará estas capacidades para rediseñarse continuamente y acelerar su propio avance.


TRASCENDENCIA DE NUESTRO PASADO BIOLÓGICO Y CULTURAL

Las personas que adopten la perspectiva evolutiva se propondrán alinear sus metas personales con los objetivos evolutivos. Intentarán liberarse de motivaciones y necesidades preexistentes que entran en conflicto con los objetivos evolutivos. Saben que esto será esencial para que su especie siga contribuyendo al avance del proceso evolutivo: los organismos que desempeñarán un papel importante en la evolución futura de la vida en el universo no serán los que continúen en el planeta. sobre el que emergen, masturbando para siempre deseos de la edad de piedra.

Liberarse de objetivos preexistentes no se logrará fácilmente en el caso de motivaciones y necesidades profundamente arraigadas en su pasado biológico y cultural. Los individuos buscarán técnicas y prácticas –y se unirán en grupos– que les permitan ir más allá de estos objetivos preexistentes. Desde nuestra perspectiva humana actual, intentarán desarrollar la capacidad de trascender sus egos, arraigándose cada vez más en las realidades y los imperativos de la evolución. Los individuos que logren hacerlo podrán dirigir la conciencia hacia donde pueda ser más eficaz para contribuir al avance del proceso evolutivo. La enorme creatividad de la conciencia ya no se desperdiciará en la búsqueda de deseos y necesidades egocéntricos establecidos por la evolución pasada.

Los individuos que desarrollen la capacidad psicológica para trascender estas motivaciones y necesidades actualizarán una mayor transición importante en la capacidad de evolución. Serán seres que evolucionan a sí mismos, organismos que tienen la capacidad de adaptarse en cualquier dirección que sea necesaria para avanzar en el proceso evolutivo, sin restricciones por su pasado biológico y social. Grupos, organizaciones, comunidades y sociedades experimentarán transformaciones similares que les permitirán trascender las limitaciones de su historia y cultura.

Los individuos y grupos que adopten la perspectiva evolutiva también trabajarán para alentar a todos los demás grupos dentro de la sociedad a replantear sus metas y declaraciones de misión para alinearlas con los objetivos evolutivos. Las organizaciones sociales, políticas, gubernamentales y económicas comenzarán a reevaluar sus actividades y objetivos para garantizar que sean consistentes con el avance del proceso evolutivo.


TRABAJANDO HACIA UNA SOCIEDAD GLOBAL UNIFICADA Y EVOLUTIVA

A medida que más y más individuos y grupos hagan esta transición hacia una perspectiva evolutiva, surgirá una ola de activismo evolutivo, dirigida a la unificación de los procesos vivos en el planeta para formar una sociedad planetaria cooperativa.

La humanidad ha alcanzado este importante umbral evolutivo. El próximo gran paso en la evolución social en la Tierra es la formación de una sociedad global unificada, sostenible y creativa. En la Tierra están empezando a surgir individuos y grupos que han decidido contribuir conscientemente al proceso evolutivo haciendo todo lo posible para actualizar esa sociedad global. Les estimula la comprensión de que su despertar evolutivo y su activismo son parte de una importante transición evolutiva en la Tierra.

La humanidad recurrirá a su historia evolutiva para ver cómo construir una sociedad global cooperativa y unificada. Como hemos señalado, la evolución ha organizado repetidamente entidades con intereses propios en nuevos conjuntos cooperativos. La evolución nos muestra cómo se puede organizar la cooperación sin que los individuos tengan que ocultar sus propios intereses o cambiar fundamentalmente su naturaleza. Los seres humanos no tendrán que volverse santos: se puede lograr una sociedad global cooperativa sin que la gente tenga que sacrificar o suprimir sus propios intereses.

La evolución produce cooperación al instituir formas de organización social que alinean los intereses de los individuos con los intereses del colectivo. Basándose en estos ejemplos evolutivos, la humanidad puede instituir formas de organización a escala global que alinearán los intereses de los ciudadanos, las corporaciones y las naciones con los intereses de la sociedad global.

Las entidades en todos los niveles sentirán el impacto de sus acciones en los demás y en el colectivo: se beneficiarán cuando beneficien a la sociedad global y se verán perjudicadas cuando dañen al colectivo. La contaminación y la guerra ya no serán rentables. La mera búsqueda del interés propio llevará a todos los participantes de la sociedad global a actuar de manera cooperativa y en interés de la sociedad global. Todos los participantes tratarán al otro como a sí mismos porque cualquier impacto que tengan en el otro tendrá un impacto comparable en ellos.

En el pasado, el surgimiento de nuevas organizaciones cooperativas dio lugar a una explosión de diversidad y diferenciación dentro de las nuevas organizaciones. Esto se repetirá a escala global. Las nuevas formas de organización social también mejorarán la capacidad de evolución de nuestras formas de gobierno existentes. El gobierno será reemplazado por procesos mucho más inteligentes y adaptables que utilicen el dinamismo, la creatividad y la energía de los mercados adecuadamente administrados. Al igual que los mercados eficaces, los nuevos procesos de gobernanza aprovecharán una diversidad de perspectivas para resolver los desafíos de adaptación.

Siempre que en la evolución han surgido cooperativas de mayor escala, han pasado por un proceso de individuación. Cada cooperativa se vuelve más integrada, coordinada y capaz de actuar como un individuo cohesivo. Se puede esperar que la sociedad global unificada siga un camino evolutivo similar. Desarrollará progresivamente procesos internos que le permitan actuar, adaptarse y relacionarse como un todo coherente; eventualmente, el planeta podrá hablar con una sola voz. Por primera vez, habrá una entidad con la que otras sociedades planetarias podrían relacionarse e interactuar. Habrá una entidad al mismo nivel que otras sociedades planetarias. Si la Tierra logra alcanzar este nivel, se abrirá a la humanidad un nuevo universo de posibilidades y experiencias.


NOTAS:

Para una mayor justificación técnica de la existencia de una tendencia evolutiva hacia una creciente cooperación (incluidas referencias a publicaciones científicas relevantes), consulte mi libro Evolution's Arrow: the direction of Evolution and the Future of Humanity. Está en línea en http://users.tpg.com.au/users/jes999/EvArrow.htm  

Para obtener más detalles técnicos sobre la evolución futura de la conciencia (incluidas referencias completas), consulte Stewart, JE (2007) The Future Evolution of Awareness, Journal of Consciousness Studies , vol. 14, núm. 8, págs. 58-92. Véase también el Documento de Trabajo de ECCO No. 10 de 2006, que es una versión anterior de esta publicación. Está en línea en http://cogprints.org/5270/1/Consciousness-Evolution.pdf

Para obtener un artículo menos técnico sobre el papel evolutivo del desarrollo espiritual, consulte El significado evolutivo del desarrollo espiritual. Fue publicado originalmente en la edición de septiembre de 2003 de la revista en línea  Metanexus . El artículo está en línea en http://users.tpg.com.au/users/jes999/HumNat.ht

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Fuente:

https://www.integralworld.net/jstewart1.html