Fragmento de "Estudio sobre el sentimiento religioso",
Ernesto H de Casas.
"Antes, me era totalmente incomprensible porque
existían las religiones con toda su parafernalia de edificios, boatos,
vestimentas, rituales y seguidores de las más diversas índoles; donde se
entremezclan creencias con tradiciones, a veces parte del folclor de un pueblo,
a veces tan vigentes que convoca muchedumbres
. Claro está que eso es la externalización de algo interno, algo
intangible como lo es un sentimiento, que cuando surge, se hace sentir, se
comunica a otros y se va haciendo interpersonal. Seguramente con unos
significados importantes que con el correr del tiempo se desvanecen y queda
solo la mera costumbre y las tradiciones.
….
Entonces, el sentimiento religioso nos lleva a la
búsqueda de lo trascendente. Es como un hilo conductor que nos conduce a lo
verdaderamente importante. Que también nos mueve hacia la búsqueda de sentido. Búsqueda que es inherente al
ser humano, como ese sentimiento, como esa espiritualidad de que hablamos, y
que hoy - en este momento y época - se pueden dar mejor estas experiencias
internas significativas, puesto que esta disposición permite realizar con
eficacia tal búsqueda y labor interior, sin necesidad de ornatos externos.
La experiencia interna importante no se limita a
momentos de praxis, o de reunión para compartir similares experiencias. Este
sentir Interior es lo que nos re-liga con todo lo substancial y que puede darse
en cualquier instante.
Entonces, al ser permanente la actitud de
disposición hacia lo elevado, o profundo, lleva a modelar el encuentro con un
nuevo espíritu, con alegría y calma, fortaleciendo actitudes bondadosas y
conscientes para con nosotros mismos y para con los demás. Hay ahí crecimiento,
dándose una toma de contacto con un sentido en la existencia. Y así el sentido
de todo lo existente se nos va revelando con la propia dedicación y constancia.
Además, este asunto de la revelación del sentido,
puede darse con frecuencia y en nuestras más diversas actividades. Tanto en
momentos especiales como en plena vida cotidiana. En especial si se insiste, en
seguir el hilo de ese sentimiento religioso que nos lleva a la experiencia
importante, que se da en nuestro avance hacia la apertura a lo trascendental.
Según cada uno lo intente.
Todo queda reducido a un problema de experiencia
interna donde lo sagrado se expresa con mayor o menor evidencia. Algo que solo
surge como experiencia interna y es la que permite después encontrar en todas
las cosas el mismo reflejo del espíritu. “Se trata de ir experimentado y
construyendo el sentido en el silencio de nuestra búsqueda alegre, humilde y cuidadosa.
Porque uno puede necesitar de los demás, sin depender, ni necesitarlos
desesperadamente. Se trata de que uno se necesite a sí mismo” .
Pues, en la religiosidad Interior, este nuevo
horizonte espiritual es un umbral abierto a toda la humanidad"
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