Oficio
Se realiza a pedido de un conjunto de personas.
Oficiante:
Mi mente está inquieta.
Conjunto:
Mi mente está inquieta.
Oficiante:
Mi corazón sobresaltado.
Conjunto:
Mi corazón sobresaltado.
Oficiante:
Mi cuerpo tenso.
Conjunto:
Mi cuerpo tenso.
Oficiante:
Aflojo mi cuerpo, mi corazón y mi mente.
Conjunto:
Aflojo mi cuerpo, mi corazón y mi mente.
En lo posible, los concurrentes están
sentados. El Auxiliar se para y cita un Principio o pensamiento de La
Mirada Interna de acuerdo a las circunstancias, invitando a la
meditación sobre el mismo. Pasan unos minutos y finalmente el
Oficiante de pie, lee lentamente las frases siguientes, deteniéndose
en cada una de ellas.
Oficiante:
Relaja plenamente tu cuerpo y aquieta la mente...
Entonces, imagina una esfera transparente y luminosa que bajando
hasta ti, termina por alojarse en tu corazón...
Reconocerás que la esfera comienza a transformarse en una sensación
expansiva dentro de tu pecho...
La sensación de la esfera se expande desde tu corazón hacia afuera
del cuerpo, mientras amplías tu respiración...
En tus manos y el resto del cuerpo tendrás nuevas sensaciones. ..
Percibirás ondulaciones progresivas y brotarán emociones y
recuerdos positivos...
Deja que se produzca el pasaje de la Fuerza libremente. Esa Fuerza
que da energía a tu cuerpo y mente...
Deja que la Fuerza se manifieste en ti...
Trata de ver su luz adentro de tus ojos y no impidas que ella obre
por sí sola...
Siente la Fuerza y su luminosidad interna...
Deja que se manifieste libremente...
Auxiliar:
Con esta Fuerza que hemos recibido, concentremos la mente en el
cumplimiento de aquello que necesitamos realmente...
Invita a todos a ponerse de pie para
que efectúen el Pedido. Luego transcurre un tiempo.
Oficiante:
¡Paz, Fuerza y Alegría!
Conjunto:
También para ti, Paz, Fuerza y Alegría.
Imposición
Se realiza a pedido de una o varias personas. Oficiante y Auxiliar
están de pie.
Oficiante:
Mi mente está inquieta.
Conjunto:
Mi mente está inquieta.
Oficiante:
Mi corazón sobresaltado.
Conjunto:
Mi corazón sobresaltado.
Oficiante:
Mi cuerpo tenso.
Conjunto:
Mi cuerpo tenso.
Oficiante:
Aflojo mi cuerpo, mi corazón y mi mente.
Conjunto:
Aflojo mi cuerpo, mi corazón y mi mente.
Oficiante y Auxiliar se sientan,
dejando transcurrir un tiempo. El Oficiante se pone de pie.
Oficiante:
Si quieres recibir la Fuerza debes comprender que en el momento de la
Imposición comenzarás a experimentar nuevas sensaciones. Percibirás
ondulaciones progresivas y brotarán emociones y recuerdos positivos.
Cuando eso ocurra, deja que se produzca el pasaje de la Fuerza
libremente...
Deja que la Fuerza se manifieste en ti y no impidas que ella obre por
sí sola...
Siente la Fuerza y su luminosidad interna...
Deja que se manifieste libremente...
Pasado un tiempo, el Auxiliar se pone
de pie.
Auxiliar: Quien desee recibir la Fuerza, se puede poner
de pie.
El Auxiliar invita, de acuerdo al
número de los concurrentes a permanecer de pie al lado de los
asientos o a formar un círculo alrededor del Oficiante. Pasado un
momento, el Oficiante comienza la imposición. El Auxiliar, si es el
caso, facilita los desplazamientos de los partícipes y,
ocasionalmente, acompaña a algunos hasta sus asientos. Terminada la
Imposición, se da un tiempo de asimilación de la experiencia.
Auxiliar:
Con esta Fuerza que hemos recibido, concentremos la mente en el
cumplimiento de aquello que necesitamos realmente, o bien
concentremos la mente en aquello que alguien muy querido, necesita
realmente.
Invita a todos a ponerse de pie para
que efectúen silenciosamente sus pedidos. En ocasiones, alguno de
los concurrentes formula un Pedido para alguien presente o ausente.
Transcurre un tiempo.
Oficiante:
¡Paz, Fuerza y Alegría!
Conjunto:
También para ti, Paz, Fuerza y Alegría.
Bienestar
Se realiza a pedido de un conjunto de personas. Los partícipes, en
lo posible, están sentados. Oficiante y auxiliar de pie.
Auxiliar. Aquí
estamos reunidos para recordar a nuestros seres queridos. Algunos de
ellos tienen dificultades en su vida afectiva, en su vida de
relación, o en su salud. Hacia ellos dirigimos nuestros pensamientos
y nuestros mejores deseos.
Oficiante.
Confiamos en que llegue hasta ellos nuestro pedido de bienestar.
Pensamos en nuestros seres queridos; sentimos la presencia de
nuestros seres queridos y experimentamos el contacto con nuestros
seres queridos.
Auxiliar. Tomaremos
un corto tiempo para meditar en las dificultades que padecen esas
personas...
Se da unos pocos minutos para que los
concurrentes puedan meditar.
Oficiante. Quisiéramos
ahora hacer sentir a aquellas personas, nuestros mejores deseos. Una
oleada de alivio y bienestar debe llegar hasta ellas...
Auxiliar. Tomaremos
un corto tiempo para ubicar mentalmente la situación de bienestar
que deseamos a nuestros seres queridos.
Se da unos pocos minutos para que los
concurrentes puedan concentrar su mente.
Oficiante. Concluiremos
esta ceremonia dando la oportunidad, a quienes así lo deseen, de
sentir la presencia de aquellos seres muy queridos que, aunque
no están aquí en nuestro tiempo y en nuestro espacio,
se relacionan con nosotros en la experiencia del amor, la paz y la
cálida alegría...
Se da un corto tiempo.
Oficiante. Esto
ha sido bueno para otros, reconfortante para nosotros e inspirador
para nuestras vidas. Saludamos a todos inmersos en esta correntada de
bienestar, reforzada por los buenos deseos de los aquí presentes.
Protección
Ceremonia de participación individual o colectiva. Todos de pie.
Oficiante y Auxiliar frente a los niños y éstos, rodeados por los
concurrentes.
Auxiliar: Esta
ceremonia tiene por objeto dar participación a los niños en nuestra
comunidad.
Desde antiguo, los niños han sido objeto de ceremonias tales como
bautismos, imposiciones de nombre, etc. Mediante ellas se ha
reconocido el cambio de situación, el cambio de etapa en el ser
humano.
Existieron y existen ciertas formalidades civiles mediante las cuales
se hace constar el nacimiento, el lugar en que el hecho se produjo,
etc. Pero la trascendencia espiritual que acompaña a una ceremonia
de este tipo, nada tiene que ver con la frialdad de las constancias
escritas sino que está ligada al júbilo de los padres y de la
comunidad, al ser presentados los niños públicamente.
Esta es una ceremonia mediante la cual el estado de los niños cambia
al convertirse en partícipes de una comunidad que se compromete a
hacerse cargo de ellos en caso que desafortunadas circunstancias los
dejaran desvalidos.
En esta ceremonia se pide protección para los niños y la comunidad
los acoge como a nuevos hijos.
Pasado un tiempo, el Oficiante se
dirige amablemente a los presentes.
Oficiante: Pedimos protección para estos niños.
Auxiliar: Los acogemos con júbilo y nos comprometemos a
darles protección.
Oficiante: Elevemos ahora nuestros mejores deseos... ¡Paz y
alegría para todos!
Impone amablemente una mano sobre la
cabeza de cada niño y lo besa en la frente.
Matrimonio
Todos de pie. Una o varias parejas.
Oficiante y Auxiliar de frente a las parejas.
Auxiliar: Desde tiempos remotos, los casamientos han sido
ceremonias de cambio de estado de las personas.
Cuando alguien termina o comienza una nueva etapa de la vida, suele
acompañar a esa situación con un determinado ritual. Nuestra vida
personal y social está ligada a rituales más o menos aceptados por
las costumbres. Decimos nuestros saludos a la mañana, distintos que
a la noche; estrechamos la mano a un conocido; festejamos un
cumpleaños, una culminación de estudios o un cambio de trabajo.
Nuestros deportes están acompañados de ritual y nuestras ceremonias
religiosas, partidarias y cívicas nos colocan en la situación
adecuada según sea el caso.
El matrimonio es un cambio importante en el estado de las personas y
en todas las naciones tal hecho exige ciertas formalidades legales.
Es decir que la relación conyugal ubica a los consortes en una nueva
situación con respecto a la comunidad y al Estado. Pero cuando una
pareja establece vínculos conyugales lo hace pensando en un nuevo
estilo de vida, lo hace con sentimiento profundo y no con espíritu
formal.
Hay por consiguiente, en esta ceremonia de cambio de estado, la
intención de establecer un vínculo nuevo y en lo posible duradero
con otra persona. Hay el deseo de recibir del otro lo mejor y dar al
otro lo mejor. Hay la intención de llevar el vínculo más lejos,
trayendo al mundo o adoptando niños.
Viendo así el casamiento, concedemos importancia a la legalidad del
vínculo, pero en cuanto al sentido espiritual y emocional decimos
que únicamente los cónyuges dan significado a esta ceremonia.
En otras palabras. Esta ceremonia pone a dos seres humanos en
situación de emprender una vida nueva y es en esta ceremonia en
donde los contrayentes realizan esa profunda unión de acuerdo a su
propio sentir.
Nosotros no casamos sino que ellos se casan delante de nuestra
comunidad.
Oficiante: Y para que esta ceremonia sea propia y verdadera,
preguntamos: (dirigiéndose a un miembro de la pareja) ¿Qué
es para ti este matrimonio?
Quien es demandado explica en voz
alta…
Oficiante: (Dirigiéndose al otro miembro). ¿Qué es
para ti este matrimonio?
Quien es demandado explica en voz
alta...
Oficiante: Por consiguiente, este matrimonio será de acuerdo
a los deseos expresados y a las intenciones más profundas. (Saluda
afectuosamente a la/s pareja/s).
Asistencia
Esta es una ceremonia de mucho afecto y exige que quien la realiza dé
lo mejor de sí.
La ceremonia puede ser repetida a pedido del interesado o de aquellos
que cuidan de él.
El Oficiante a solas con el moribundo.
Cualquiera sea el aparente estado de lucidez o inconsciencia del
moribundo, el Oficiante se aproxima a él hablando con voz suave,
clara y pausada.
Oficiante: Los
recuerdos de tu vida son el juicio de tus acciones. Puedes, en poco
tiempo, recordar mucho de lo mejor que hay en ti. Recuerda entonces,
pero sin sobresalto y purifica tu memoria. Recuerda suavemente y
tranquiliza tu mente...
Hace silencio por unos minutos,
retomando luego la palabra con el mismo tono e intensidad.
Rechaza ahora el sobresalto y el descorazonamiento...
Rechaza ahora el deseo de huir hacia regiones obscuras...
Rechaza ahora el apego a los recuerdos...
Queda ahora en libertad interior, con indiferencia hacia el ensueño
del paisaje...
……………………………………………….
Toma ahora la resolución del ascenso...
La Luz pura clarea en las cumbres de las altas cadenas montañosas y
las aguas de los-mil-colores bajan entre melodías irreconocibles
hacia mesetas y praderas cristalinas...
No temas la presión de la Luz que te aleja de su centro cada vez más
fuertemente. Absórbela como si fuera un líquido o un viento porque
en ella, ciertamente, está la vida...
Cuando en la gran cadena montañosa encuentres la ciudad escondida
debes conocer la entrada. Pero esto lo sabrás en el momento en que
tu vida sea transformada. Sus enormes murallas están escritas en
figuras, están escritas en colores, están “sentidas”. En esta
ciudad se guarda lo hecho y lo por hacer...
Hace un breve silencio, retomando
luego la palabra con el mismo tono e intensidad.
Estás reconciliado...
Estás purificado...
Prepárate a entrar en la más hermosa Ciudad de la Luz, en esta
ciudad jamás percibida por el ojo, nunca escuchada en su canto por
el oído humano...
Ven, prepárate a entrar en la más hermosa Luz...
Muerte
Oficiante: La
vida ha cesado en este cuerpo. Debemos hacer un esfuerzo para separar
en nuestra mente la imagen de este cuerpo y la imagen de quien ahora
recordamos...
Este cuerpo no nos escucha. Este cuerpo no es quien nosotros
recordamos...
Aquel que no siente la presencia de otra vida separada del cuerpo,
considere que aunque la muerte haya paralizado al cuerpo, las
acciones realizadas siguen actuando y su influencia no se detendrá
jamás. Esta cadena de acciones desatadas en vida no puede ser
detenida por la muerte. ¡Qué profunda es la meditación en torno a
esta verdad, aunque no se comprenda totalmente la transformación de
una acción en otra!
Y aquel que siente la presencia de otra vida separada, considere
igualmente que la muerte solo ha paralizado al cuerpo; que la mente
una vez más se ha liberado triunfalmente y se abre paso hacia la
Luz...
Sea cual fuere nuestro parecer, no lloremos los cuerpos. Meditemos
más bien en la raíz de nuestras creencias y una suave y silenciosa
alegría llegará hasta nosotros...
¡Paz en el corazón, luz en el entendimiento!
Reconocimiento
El Reconocimiento es una ceremonia de inclusión en la Comunidad.
Inclusión por experiencias comunes, por ideales, actitudes y
procedimientos compartidos.
Se realiza a pedido de un conjunto de personas y luego de un Oficio.
Quienes van a participar deben contar con el texto escrito.
Oficiante y Auxiliar de pie.
Auxiliar: La realización de esta ceremonia ha sido pedida por
aquellas personas que desean incluirse activamente en nuestra
Comunidad. Aquí se expresará un compromiso personal y conjunto para
trabajar por el mejoramiento de la vida de cada uno y por el
mejoramiento de la vida de nuestro prójimo.
El auxiliar invita a quienes desean
dar testimonio a ponerse de pie.
Oficiante: El dolor y el sufrimiento que experimentamos los
seres humanos retrocederán si avanza el buen conocimiento, no el
conocimiento al servicio del egoísmo y la opresión.
El buen conocimiento lleva a la justicia.
El buen conocimiento lleva a la reconciliación.
El buen conocimiento lleva, también, a descifrar lo sagrado en la
profundidad de la conciencia.
Auxiliar (y
conjunto de quienes testimonian, leyendo):
Consideramos al ser humano como máximo valor por encima del dinero,
del Estado, de la religión, de los modelos y de los sistemas
sociales.
Impulsamos la libertad de pensamiento.
Propiciamos la igualdad de derechos y la igualdad de oportunidades
para todos los seres humanos.
Reconocemos y alentamos la diversidad de costumbres y culturas.
Nos oponemos a toda discriminación.
Consagramos la resistencia justa contra toda forma de violencia
física, económica, racial, religiosa, sexual, psicológica y moral.
Oficiante: Por otra parte, así como nadie tiene
derecho a discriminar a otros por su religión o su irreligiosidad,
reclamamos para nosotros el derecho a proclamar nuestra
espiritualidad y creencia en la inmortalidad y en lo sagrado.
Nuestra espiritualidad no es la espiritualidad de la superstición,
no es la espiritualidad de la intolerancia, no es la espiritualidad
del dogma, no es la espiritualidad de la violencia religiosa; es la
espiritualidad que ha despertado de su profundo sueño para nutrir a
los seres humanos en sus mejores aspiraciones.
Auxiliar (y
conjunto de quienes testimonian, leyendo):
Queremos dar coherencia a nuestras vidas haciendo coincidir lo que
pensamos, sentimos y hacemos.
Deseamos superar la mala conciencia
reconociendo nuestros fracasos.
Aspiramos a persuadir y a reconciliar.
Nos proponemos dar creciente cumplimiento a esa regla que nos
recuerda “tratar a los demás como queremos ser tratados“.
Oficiante: Comenzaremos
una vida nueva.
Buscaremos en nuestro interior los signos de lo sagrado y llevaremos
a otros nuestro mensaje.
Auxiliar (y
conjunto de quienes testimonian, leyendo):
Hoy comenzaremos la renovación de nuestra vida. Empezaremos buscando
la paz mental y la Fuerza que nos dé alegría y convicción.
Después, iremos hasta las personas más cercanas a compartir con
ellas todo lo grande y bueno que nos ha ocurrido.
Oficiante:
Para todos Paz, Fuerza y Alegría
Auxiliar (y
todos los presentes):
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