31 mar 2009
EL VACIO DE LO HUMANO
HACIA UNA TERAPIA DEL NUEVO HUMANISMO
Diagnóstico de la Situación
¿Quién está sano sicológicamente? El presidente de EEUU? No hay referencia de sanidad, no sabemos dónde mirar, cuál es el ejemplo. La gente hoy sigue ejemplos cercanos, pero esos ejemplos no necesariamente son adecuados, también pueden estar afectados.
¿Cómo hacemos para ayudar gente en un mundo problemático?. Lo primero es caer en cuenta de eso, estas en un mundo que está mal, no sólo tu estas mal. No va ya el esquema de qué es él el que está enfermo y los demás estamos sanos. Nos va a llegar gente producto del desorden en que vivimos. No es posible decir usted está enfermo venga para acá que yo lo sano .
La enfermedad Hoy
La enfermedad de hoy es el sinsentido. Estamos perdidos, no sabemos en qué apoyarnos, no hay ejemplos y no sabemos muy bien cual es el sentido de nuestra vida.
El psicólogo debiera ver cómo hacer para ayudar a la persona que lo consulta a volver a tomar contacto con el sentido de la vida ¿Cuál es la nube que tapó el sol? ¿Qué le impide tomar contacto con algo con sabor a esencia a importante a trascendente?
Todo ha sido reemplazado por el dinero, las cosas, lo objetivo. Y es tan fuerte que uno no ha caído en cuenta que la mayoría de las enfermedades tienen que ver con el dinero. El dinero es tan importante y uno no cuenta con él, estoy endeudado y me hacen sentir que valgo de acuerdo a él. He perdido el sentido en la vida porque he creído que el dinero es lo mas importante. El mundo me ha llevado a ese sentir y no sabe responderme en el momento en que entra en crisis. ¿Cómo se responde? Con fármacos, marihuana , coca. La respuesta para salir de los líos es química y la cosa química te produce una experiencia de desconexión entre la cabeza y el corazón. Se te despeja la cabeza pero no recibes la información emotiva. Es un estado de anestesia, de zombie.
Hacia un nuevo estilo de Terapia
El sentido de la vida: Si tuviera que partir una terapia partiría de la afirmación de que hay un sentido en la vida. La enfermedad es como un ocultamiento de la luz, es como que se ocultara la luz y encuentras depresión y no es porque la luz no esté, algo ha sucedido que se ocultó la luz. Cuando uno logra conectar con la corriente vital que es el sentido de la vida uno empieza a saber lo que tiene que hacer.
Transformar el medio: Un paciente nuestro va a tener que hacer una cosa con su medio si no quiere volver a enfermarse. Si no logra ir al medio a intentar su transformación de nada servirá la terapia.
Tomar partido: Por otra parte nuestro paciente necesariamente tendrá que tomar partido por la vida. Es necesario que cuestione el mundo y si decide transformar al mundo en que vive. Algo hacia los otros tiene que hacer.
Nos morimos: También hay otro tema importante : nos morimos. Es importante este punto para estar conciente de lo que de verdad quiero hacer. (Irvine Yalom es un autor que aborda el tema terapéuticamente)
Paridad: La relación del terapeuta con la persona que lo consulta, debiera tender a la paridad humana, donde el testimonio y la auto-revelación están permitidas.
Mirada humanista. La mirada del terapeuta del nuevo humanismo sobre la persona que lo consulta resulta ser clave. Muchas veces basta reinterpretar una historia o una dolencia desde otra mirada para que se logre un buen porcentaje de la mejoría.
Abrir el futuro. El psicólogo del nuevo humanismo además de reconciliar el pasado, tiene que abrir el futuro. No se puede utilizar el aquí y ahora como una fuga del temor al futuro. El aquí y ahora es útil como mecanismo atencional que eleva el nivel de conciencia. Pero es indispensable que el terapeuta le abra el futuro a la persona que consulta. En el ser humano existen tres tiempos y la sicología del nuevo humanismo le asigna una gran importancia al futuro, la conciencia que es básicamente futuro cuando no tiene futuro colapsa.
Lo que hay que descubrir va a ser en conjunto y aprovechar la discusión casos para aclarar cómo ayudar mejora a las personas que consultan
Quizás los que vienen a la terapia no son los que están mal sino los que están tomando conciencia de lo mal que están. LA gente que se nos acerca al consulorio tiene ciertas enfermedades que son medio típicas. No creo que en todas las épocas las crisis se expresen de la misma manera. Un consultorio de esta naturaleza debiera ir viendo cuál es el tratamiento más eficaz para estas dificultades.
Nuestro Concepto de Ser humano
El ser humano es el ser histórico-social que tiene la capacidad de transformarse y transformar el mundo. Este es el concepto y la mirada a aplicar en la relacuon terapueutica. Se recomienda leer el material de lo Humano de Silo.
(Tomado de; sintesis de reunión con Dario Ergas. nov 22 de 2004.)
EL SUFRIMIENTO PERSONAL Y SOCIAL
Lo que existe es un mal armado social (AUTORITARISMO; HAMBRE Y MISERIA; DESEMPLEO; EXPLOTACION; DISCRIMINACION; IDEOLOGIAS, CREENCIAS Y VALORES MORALES REPRESIVOS, ...etc., en suma DIVERSAS FORMAS DE VIOLENCIA)
Este MAL ARMADO SOCIAL actúa como un FONDO PERMANENTE DE PRESION sobre todo el conjunto de personas, creando un campo de relaciones interpersonales que es condicionado por las condiciones materiales del armado social, e influido por su ideología y moral.
Este campo de relaciones personales determinado por la economía e influido por la ideología y moral afecta a cada individuo particularmente de acuerdo a la situación en que se encuentre (clase social, familia, trabajo, ...etc) y el registra todo esto en su cuerpo individual.
De ese registro corporal (que es lo único individual) el crea la ilusión de que todos sus problemas son personales; por lo tanto cada uno buscará salir de esa situación de sufrimiento (que se registra como personal, pero que es social) de manera individual:
Si me echan del trabajo, entonces busco otro.
Si no me aceptan en un determinado circulo, entonces busco de
"mejorarme socialmente" o me dirijo a otro círculo.
Si mi condición es baja o me limita, entonces busco saltar a otra por medio de un estudio o una profesión.
Si el dinero no me alcanza, entonces busco otro puesto o tiempo extra en el trabajo, ...etc
Cuando todo esto se consigue, se produce la sensación de que todo está en orden hasta que algo de esto se descompone o un nuevo problema social toca a la puerta de mi casa.
SI ESA ES MI SITUACION, ENTONCES EXPERIMENTARE LA VIDA COMO UN CONTINUO SUFRIR Y RESOLVER PROBLEMAS PERSONALES.
Sin embargo, si se comprende que uno tiene determinado tipo de problemas porque la sociedad en que vive está organizada de una MALA MANERA y que únicamente en la medida en que se LOGREN MODIFICAR LAS CONDICIONES DE FONDO es decir los problemas SOCIALES y las DEFICIENCIAS CULTURALES la vida individual cobrará mayor libertad de opción; si se comprende esto, LA PERSPECTIVA DESDE LA CUAL SE ENCARE LA SUPERACION DEL SUFRIMIENTO INDIVIDUAL SERA DISTINTA.
Baste recordar que:
De no existir una INJUSTA DISTRIBUCION DE LA RIQUEZA y una INCORRECTA IDEOLOGIA DEL CONSUMO, casi nadie tendría PROBLEMAS PERSONALES DE DINERO.
De no existir una sociedad dividida en estratos y clases sociales, casi nadie sufriría por problemas de ubicación social o de prestigio.
De no estar sometidos a una determinada moral prohibitiva acompañada de un sistema de comunicación excitativo, desaparecerían muchos conflictos personales de índole sexual generados por esta demoníaca combinación.
De no estar la situación del país de forma tan contradictoria y su futuro tan incierto, muchas personas dejarían de padecer la falta de futuro y de sentido de vida.
VISTAS ASI LAS COSAS, SOLO ES POSIBLE HABLAR DE DESARROLLO PERSONAL EN FUNCION DE LA TRASFORMACION SOCIAL.
(Tomado de apuntes de retiro en Villa de Leiva, diciembre de 1999)
TRES INDICADORES DEL “MALESTAR DE LA MODERNIDAD”
En 1991 el eminente filósofo canadiense Charles Taylor escribe un ensayo titulado The malaise of modernity (1991). Para Tylor la idea de malestar expresa «aquellos rasgos de nuestra cultura y nuestra sociedad contemporánea que la gente experimenta como pérdida o declive, aún a medida que se «desarrolla» nuestra civilización»
Tylor plantea tres formas de malestar» o de preocupación que trae consigo la modernidad filosófica y que son: a) el individualismo, b) la primacía de la razón instrumental y, c) el despotismo blando.
a) el individualismo:
El individualismo, como rasgo de la civilización moderna, representa el más grande logro alcanzado en nuestros días porque ha permitido que «las personas elijan por sí mismas su propia regla de vida» (p.38), o bien a «decidir en conciencia qué convicciones desean adoptar» (idem.) o bien a «determinar la configuración de sus vidas con una completa variedad de formas sobre las que sus antepasados no tenían control» (idem.) etc. Además de todo, «estos derechos están defendidos por nuestros sistemas legales» (idem). Con ello quiere decir que muy pocos desearían renunciar a éstos logros que -por otro lado- no es tampoco su pretensión.
Sin embargo, a esa concepción del individualismo le hace falta una teleología que le permita mirar al hombre más allá de las estrellas o con Kant «ese cielo estrellado donde además de todo me recuerda la ley natural». De otra forma, invariablemente, domina la racionalidad instrumental que conduce «al desencantamiento del mundo», a la desacralización y a la pérdida de todos aquellos fines o ideales por los que vale la pena morir (cfr. p. 39).
Tal angostamiento de horizontes, donde la gran cadena del ser se ve empequeñecida, conduce a los hombres y a las mujeres, a centrarse en su vida individual. No les importa lo demás ni lo que suceda realmente en su entorno, al grado de que teóricos como Derridá y M. Foucaullt, «dejan al agente, aún con todas sus dudas en torno a la categoría del «yo», con una sensación de poder y libertad sin límites que no impone norma alguna, pronta a gozar del «libre juego» o a entregarse a la estética del yo» (p. 94). Por eso a esta época se le ha llamado también «la era del vacío» (Gilles Lipovetsky) o de «la cultura del narcisismo», en expresión de Christopher Lasch. En la descripción de Daniel Bell, las contradicciones del capitalismo conducen a un «profundo hedonismo», donde el estadio estético señalado por Kierkegaard, encuentra su más cabal expresión.
Dice Tylor: «El individualismo se ha utilizado de hecho en dos sentidos harto diferentes. En uno de ellos se trata de una idea moral, una faceta que ya he comentado. En otro, se trata de un fenómeno amoral, algo parecido a lo que entendemos por egoísmo. El auge del individualismo en este sentido supone habitualmente un fenómeno de descomposición, en el que la pérdida de un horizonte tradicional deja tras de sí la anomia, y en el que cada cual se las arregla por sí mismo, como sucede, por ejemplo, en los barrios marginales, azotados por la delincuencia (...). Por supuesto, resulta catastrófico confundir estos dos tipos de individualismo, que tiene causas y consecuencias totalmente diferentes. Razón por la cual Tocqueville distingue cuidadosamente entre «individualismo» y «egoísmo» (pp. 56-57)».
Desde la perspectiva psicológica, tal vez sería pertinente hacer la distinción entre egocentrismo y egoísmo. Lo primero se dice de los niños muy pequeños y su deseo de conocer el mundo que les hace referir todo a sí mismos. Lo segundo ya tiene una connotación moral, que implica ejercicio de la libertad y el deseo de sometimiento de los demás hacia uno mismo.
2) racionalidad instrumental:
Para Charles Taylor una forma de caracterizar la racionalidad instrumental es considerarla como esa «clase de racionalidad de la que nos servimos cuando calculamos la aplicación más económica de los medios de un fin dado» (p. 40). Esto significa que la medida del éxito viene dada por el máximo de eficiencia obtenida a través de la relación costo-rendimiento. A mayor rendimiento y menor costo, mayor eficiencia, con lo cual una posición así conduce irremediablemente a la primacía de los valores del mercado o técnicos, sobre la trayectoria vital e historia de vida de las personas inmersas en ese contexto. Esa ecuación -por lo mismo- puede aplicarse casi a cualquier asunto, en particular, a los que tienen que ver con la planificación racional de los recursos económicos o naturales y en diversas facetas de la vida del hombre por ejemplo diferentes estudios poblacionales y el avance tecnológico y su relevancia en diferentes campos de la cultura, entre ellos el de la medicina, etc. A este respecto, el filósofo canadiense afirma: «Una vez que la sociedad deja de tener una estructura sagrada, una vez que las convenciones sociales y los modos de actuar dejan de estar asentados en el orden de las cosas (...), están en cierto modo a disposición de cualquiera» (p. 40). De forma similar, «una vez que las criaturas que nos rodean pierden el significado que correspondía a su lugar en la cadena del ser, están abiertas a que se les trate como materias primas o instrumentos de nuestros proyectos» (idem.).
Diversos ejemplos pueden señalarse, uno de ellos el caso del liberalismo económico, que en función de la organización económica global y de la obtención de un mayor capital y la irrupción de los llamados capitales especulativos en la economía de muchísimos países, pretenden justificar en reuniones internacionales, la desigual distribución de la riqueza y la renta, así como la dependencia de los países pobres de los económicamente fuertes. Otro caso es el de la planificación social, en donde la valoración de riesgos en el ámbito de la empresa o de la industria, la vida humana queda valorada en dinero. En otro terreno -como el de la medicina-, la influencia de la racionalidad instrumental se ve reflejada (afirma Taylor siguiendo de los importantes estudios de Patricia Benner) en la minusvaloración social que han sufrido profesiones como la enfermería y otros de asistencia hospitalaria, que son quienes realmente atienden mayor tiempo al enfermo (cfr. pp. 41-42).
Para Taylor, sin embargo, el fatalismo al que puede conducir esta forma de malestar exacerbando sus posibilidades, es un error y ésto debido a que «nuestro grado de libertad no es igual a cero» (p. 43) porque «tiene sentido reflexionar sobre cuales son nuestros fines» (ídem.) y si la razón instrumental debería tener menos incidencia de la que tiene en nuestras vidas.
3.- El despotismo blando
El último de los grandes problemas que permean la modernidad filosófica, es el llamado «despotismo blando» en frase de Tocqueville y que consiste en una forma suave, y solapada, de ejercer opresión sobre los ciudadanos, sin que éstos -a su vez- tengan conciencia de ello. Se trata de una pérdida de ilusión por participar activamente en las elecciones o cargos públicos, que hace que deleguen toda su participación en el gobierno, mismo que se convierte en el gestor y principal actor de la responsabilidad pública. De allí su despotismo blando, que como se ve, es una forma específicamente moderna de tener bajo control a los ciudadanos que no se interesan en la actividad democrática, sino solamente en todos aquellos asuntos que tienen que ver con la resolución de sus problemas inmediatos. La mayoría de las veces los gobiernos actuales no quieren imponerse por el terror o de manera violenta, sino de una manera tan suave, que no es notoria más que para los críticos de ese estado de cosas (cfr. pp.44 a 47).
Nota: Las páginas citadas entre paréntesis corresponden al libro de Charles Taylor. “La ética de la autenticidad”. Paidos/ I.C.E. de la Universidad Autónoma de Barcelona, 1994, 146 p.
24 mar 2009
20 mar 2009
Prologo a "De nuestros deberes para con la vida"
El ser humano puede ser un promotor de la vida en el universo y puede ser una plaga destructora. Una y otra cosa ocurren. Ambas dependen de la libertad humana. Por eso el asunto de la vida es un asunto ético, un asunto bioético.
Este texto pone juntas la inspiración de la urbanidad de las "buenas maneras" de Carreño y la inspiración de las "buenas maneras" que surgen del diálogo interior de Gustavo Wilches-Chaux con todos los seres del cosmos desde la profundidad de Dios que es lo más íntimo de la propia intimidad ("intimior íntimo meo", como decía Agustín de Hipona).
Desde el fondo de sí mismo Gustavo arranca este escrito, como un manifiesto para invitarnos a revertir globalmente el rumbo de nuestra especie plaga, y emprender una tarea desde la capacidad de compartir la pasión del otro o de la otra, sin que necesariamente ese otro o esa otra tengan que ser seres humanos, donde la ética nace de la vivencia personal de una responsabilidad sin fronteras hacia todo lo que vive. Una ética de buenas maneras que no son antropocéntricas sino biocéntricas, en esta parábola de la telaraña de inteligencias de carbono y de inteligencia de silicio entrelazadas.
Estas buenas maneras piden que reconozcamos a la biosfera, su subjetividad y su propio orden, que no es el orden humano, y que comprendamos que nosotros somos parte de esa biosfera, y que tenemos el deber de garantizar que la biosfera fluya según sus propios ritmos y que la naturaleza participe en nuestras decisiones que la afectan. Que la naturaleza sea escuchada.
Gustavo Wilches-Chaux propone un método: la repetición, entre miles de nosotros, de actos coherentes y sencillos, que nos permiten actuar armónicamente en solidaridad y compasión, para construir y avanzar juntos, con una misma finalidad, hasta provocar un comportamiento emergente en beneficio de la vida en la tierra y de la felicidad humana, como lo hacen las bandadas invernales de golondrinas y las formaciones de garzas blancas sobre las llanura vespertina del Magdalena.
Una imagen vale mas que....
12 mar 2009
11 mar 2009
Reseña del libro "Desafio Silencioso"
El análisis que hago en este ensayo, aunque con un trasfondo psicológico, tiene también un carácter sociológico y antropológico. En él se critican los postulados y fundamentos del llamado «pensamiento único», pero intentando sacar a la luz sus contradicciones antes que haciendo un mero recitativo de los fraudes intelectuales y las verdades a medias que lo configuran. Se hace una crítica de fondo al pensamiento neoliberal y al paradigma cultural que le sirve de caldo de cultivo: el posmodernismo.El libro está estructurado en seis capítulos:El primer capítulo expone brevemente los problemas más acuciantes del momento histórico actual y argumenta cómo la dinámica intrínseca del libre mercado no sólo es incapaz de abordarlos sino que también es responsable de ellos.En el segundo capítulo se analizan las causas histórico-culturales que han llevado al desarme intelectual y la paralización de la sociedad, predisponiéndola a aceptar casi cualquier cosa.El tercer capítulo narra la llegada al poder del capitalismo ultraliberal y pone al descubierto las falacias y mitos en los que se sustenta esta doctrina económica.El cuarto capítulo desenmascara los fundamentos últimos de la ideología neoliberal y denuncia sus más groseras contradicciones.El quinto capítulo es un breve estudio de la naturaleza humana que sirve para fundamentar tanto la propuesta de acción que se hará en las últimas páginas del libro, como un optimismo incondicional en relación con el género humano y sus posibilidades.El sexto y último capítulo presenta, tras descartar otras posibles alternativas como la acción revolucionaria o la reforma institucional, una sencilla fórmula para humanizar y transformar el mundo en que vivimos.