30 nov 2015

PRENSA-ANDO EN EL BRONX! CIUDADANIA, HUMANIDAD Y CALLE

"Somos un grupo de comunicadores sociales en formación de la Universidad Minuto de Dios. Buscamos a través del periodismo ciudadano mostrar la realidad que nos rodea y a la cual la mayoría de personas es indiferente. A través de nuestras crónicas, fotorreportajes, galería de imágenes y videos queremos resaltar las problemáticas que existen en la calle del Bronx* y más allá de esto expresar que hay seres humanos con una buena y otros con una mala calidad humana que por problemas que se salieron de control y de sus manos, resultaron allí sumergidos en el vicio, el ampa, sin importar las necesidades, el hambre y el frio"
(* ubicado en la localidad de los martires, Bogotà)

Comentario: 
Hace muchos años una amiga docente, de cuya vida actual quisiera tener noticia, me invitó a ese sector de la ciudad (no se en esa época ya le llamaban el Bronx) a conocer su trabajo de acompañamiento a niños y niñas, hijos de trabajadoras del sexo. Buena falta nos hace visibilizar lo que los grandes medios de comunicacion invisibilizan. Bogotà no es solamente grandes centros comerciales frecuentados por "jovenes bien" jugando en serio a ser grandes ejecutivos de la company!.
Fuerza y pulso con su proyecto!

Siento pertinente traer aqui las palabras de Silo, pronunciadas hace 20 años a no mas de 2 kilometros del Bronx: 

"Estamos tan solos como individuos, que nos sentimos nacer, envejecer, morir. Morimos. ¿Qué significado tiene nuestra vida?. Hay una fuerza que nos conecta entre si, entre nosotros. Hay una fuerza que tiene una dirección; hay una fuerza que nos muestra que somos mas grandes de lo qué creemos. Nos sentimos aplastados por el sistema, nos sentimos aplastados por lo cotidiano, por las necesidades. Y al final nos miramos al espejo y decimos claro, somos unos infelices.
No somos unos infelices. No somos hormigas. No somos un número estadístico. Somos un ser extraño, un ser que se levantó un día en dos patas aspirando al cielo. Y que no ha terminado su destino.

Desde aquellos primeros abuelos nuestros, se ha aspirado a mirar hacia adelante y hacia arriba!. Y ahora nos dicen que somos un número… No somos un número, no somos un factor económico, no somos un mecanismo en el engranaje del sistema. Somos mucho más de lo que vemos. Aquí estamos… ¿cómo estás? Pero somos más de lo que vemos. Cuando yo te veo, bueno, te conozco, hay algo en nuestra biografía que nos incluye, algo tuyo está en mi, en mis recuerdos. Eres parte mía. Y a la inversa. Pero hay algo más en ti, no eres sólo mi biografía. Eres algo que va más allá. A lo mejor no sientes cómo vas más allá. Pero no está muy mal, tampoco, que algún día lo pienses. Puedes que no seas simplemente esto que veo. Puede que haya en ti una fuerza profunda. ¿Tendrá dirección o no?, ese es el problema. Puede ser que haya en ti algo muy grande. Todo lo contrario de lo que dicen por ahí de lo que eres tú como individuo.

Yo creo que en todos nosotros hay algo muy grande. Pero parece que para quedar bien tenemos que decidir que somos insignificantes. No somos insignificantes.

En todo pobrecito que está en las peores condiciones, que no sabe leer ni escribir, que está sumergido en la pobreza, que está desterrado de la sociedad; en todo pobrecito que encuentren en la calle, hay algo muy grande. Y cuando ese pobrecito sufre es algo muy grande que clama al cielo.."

25 nov 2015

El humanismo como expresion de lo sagrado. Por Javier Tolcachier

Presentación de la monografía "El Humanismo como expresión de lo sagrado". Diálogo con Javier Tolcachier realizada el 4 de julio de 2015, en Parques de Estudio y Reflexión Aloasi. Ecuador

24 nov 2015

Carta para un mundo sin violencia


La “Carta para un mundo sin violencia” es el resultado de varios años de trabajo de los individuos y las organizaciones que han ganado el Premio Nobel de la Paz. Un primer esbozo fue presentado en la 7ª cumbre de los Premios Nobel en 2006 y la versión final fue aprobada en la 8ª cumbre en diciembre de 2007 en Roma. Sus puntos de vista y propuestas son muy similares a los de la Marcha.
El 11 de noviembre de 2009, durante la 10ª cumbre mundial que se realizará en Berlín, los laureados de la paz Nobel presentarán la carta para un mundo sin violencia a los promotores de la Marcaha Mundial por la Paz y la No Violencia que actuarán como emisarios del documento como parte de su esfuerzo para aumentar la conciencia global sobre la violencia. Silo, el fundador del humanismo universalista y el inspirador de la Marcha Mundial, hablará sobre el significado de la paz y la no violencia en el momento actual.
La violencia es una enfermedad que se puede prevenir Ningún estado ni individuo puede estar seguro en un mundo que no está seguro. Los valores de intenciones, pensamientos y acciones non violentes se han convertido de una oportunidad en una necesidad. Estos valores están expresados y aplicados entre los estados, grupos e individuos. Estamos convencidos de que la consideración de los valores de non violencia introducirá el comienzo de una orden mundial más pacífica y civilizada. En esa orden mundial se podrán realizar una manera de gobernar más efectiva y justa, el respeto de la dignidad humana y de la santidad de la vida. Nuestras culturas, historias y nuestras vidas personales están conectadas y nuestros modos de proceder dependen el uno del otro. Sobre todo hoy en día, creemos que una verdad está a un paso delante de nosotros: “Nuestro destino es un destino común. Ese destino estará determinado por nuestras intenciones, decisiones y acciones actuales.” Además, estamos convencidos de que la creación de una cultura pacífica y non violente, aunque resulte difícil y lento, es necesario y noble. La afirmación de los valores que obtiene esa carta es un paso de vital importancia para asegurar la supervivencia y el desarrollo de la humanidad y para crear un mundo sin violencia.

18 nov 2015

Estamos al final de un obscuro período histórico y ya nada será igual que antes...

Tomado de: Palabras de Silo con motivo de la primera celebración anual del Mensaje de Silo. Punta de Vacas. 4 de Mayo de 2004.

"...En este desgraciado mundo en que la fuerza y la injusticia se enseñorea por campos y ciudades, ¿cómo es que se piensa acabar con la violencia?

Tal vez piensen que son un ejemplo inspirador de las nuevas generaciones cuando disfrazados de video juego despotrican contra el mundo; cuando amenazan en la peor muestra de matonaje; cuando, finalmente, envían a sus muchachos a invadir, a matar y a morir en tierras lejanas. Este no es un buen camino ni un buen ejemplo.

Tal vez piensen que volver a las primitivas prácticas de la pena de muerte, será un gran ejemplo social.

Tal vez piensen que penalizando progresivamente el delito cometido por niños, desaparecerá el delito... ¡ o desaparecerán los niños !

Tal vez crean que trasladando la práctica de la “mano dura” a las calles, las calles serán seguras.

Por cierto que estos problemas existen y se multiplican en el momento actual, pero con un enfoque violento de la violencia no resultará la paz.

No resultará la paz desde esta visión zoológica de la vida que propicia la lucha por la supervivencia, la lucha por el predominio del más apto. No resultará este mito. No resultará la paz manipulando las palabras o censurando las genuinas denuncias que se hacen contra todo atropello y toda atrocidad que se comete contra los seres humanos. A esta alturas me cuidaré de no mencionar los “derechos humanos” porque también han sido vaciados de contenido y falseados en su significado. Ahora sucede que se bombardea a las poblaciones indefensas para proteger sus derechos humanos...

No resultará la paz de esa visión zoológica de la vida que propicia un orden social en base a premios y castigos trsladando la domesticación animal al honorable ciudadano que comienza a entrenarse en la desconfianza, la delación y el mercadeo de sus afectos.

“Algo hay que hacer”, se escucha en todas partes. Pues bien, yo diré que hay que hacer, pero de nada valdrá decirlo porque nadie lo escuchará.

Yo digo que en el orden internacional, todos los que están invadiendo territorios deberían retirarse de inmediato y acatar las resoluciones y recomendaciones de las Nacione Unidas.

Digo que en el orden interno de las naciones se debería trabajar por hacer funcionar la ley y la justicia por imperfectas que sean, antes que endurecer leyes y disposiciones represivas que caerán en las mismas manos de los que entorpecen la ley y la justicia.

Digo que en el orden doméstico la gente debería cumplir lo que predica saliendo de su retórica hipócrita que envenena a las nuevas generaciones.

Digo que en el orden personal cada uno debería esforzarse por lograr que coincidiera lo que se piensa con lo que se siente y lo que se hace, modelando un vida coherente y escapando a la contradicción que genera violencia.

Pero nada de lo que se diga será escuchado. Sin embargo, los mismos acontecimientos lograrán que los invasores se retiren; que los duros sean repudiados por las poblaciones que exigirán el simple cumplimiento de la ley; que los hijos recriminen a sus padres su hipocresía; que cada uno se recrimine a sí mismo por la contradicción que genera en sí  y en los que lo rodean.

Estamos al final de un obscuro período histórico y ya nada será igual que antes. Poco a poco comenzará a clarear el alba de un nuevo día; las culturas empezarán a entenderse; los pueblos experimentarán un ansia creciente de progreso para todos entendiendo que el progreso de unos pocos termina en progreso de nadie. Si, habrá paz y por necesidad se comprenderá que se comienza a perfilar una nación humana universal.


Entre tanto, los que no somos escuchados trabajaremos a partir de hoy en todas partes del mundo para presionar a los que deciden, para difundir los ideales de paz en base a la metodología de la no- violencia, para preparar el camino de los nuevos tiempos..."

16 nov 2015

La violencia es el problema, no la solución


16.11.2015 Mundo sin Guerras y sin Violencia
Este artículo también está disponible en: Inglés
La violencia es el problema, no la solución
El ataque terrorista que tuvo lugar el 13 de noviembre en París, es otro acto de violencia contra la población civil, otro acto de violencia contra toda la Humanidad. Muestra claramente que cualquier persona y en cualquier lugar del mundo, puede ser víctima de la violencia brutal, alimentada por el odio, la intolerancia, la discriminación, el fanatismo y la venganza.
Esta nueva masacre no puede verse de manera aislada, pues tiene relación con otras de similar factura llevadas a cabo años atrás en Nueva York, Londres, Madrid, entre otros, ni tampoco puede decirse que todas ellas no tienen ninguna relación con las invasiones y guerras en Irak, Afganistán, Libia, Siria… donde los muertos y afectados se han ido contando por centenas de miles. Hoy se está demostrando que las respuestas a esas guerras, provocadas principalmente por países occidentales, no pueden ser ya controladas en las mismas zonas de conflicto; sino que la globalización hace que las respuestas pueden surgir en cualquier punto del planeta. Ya no hay “lugar seguro” frente a esa escalada de violencia.
Denunciamos de forma contundente la hipócrita actuación de los que alimentan la cultura de la guerra y la violencia. Esos mismos que por un lado venden armas e invaden países, y por otro invitan a apoyar a las víctimas de los actos terroristas que ellos mismos financian, aunque sea de forma indirecta. Esos que prestan más atención a las víctimas de su mundo, y se olvidan de las que provocan en tierras lejanas…
La violencia nunca podrá ser la solución a la violencia. La violencia es el problema, y ​​solo hay una manera de resolverlo: situar al ser humano y sus necesidades básicas (educación, cultura, igualdad de oportunidades, un justo reparto de las riquezas)  en el centro de nuestras acciones y nuestra política.
Es más que evidente que la humanidad no puede soportar más violencia y necesita de una real cultura de paz y no violencia.
Por eso, desde MSGySV nos solidarizamos no solamente con las familias y amigos de las víctimas de los atentados terroristas en París, sino también con las familias de esos terroristas, de esos jóvenes que se ven sin futuro y se convierten en marionetas en manos de oscuros intereses.
Llamamos a todos los seres humanos a aprender a resistir la violencia en uno mismo y en la sociedad humana, practicando la no-violencia activa, de cualquier manera. Desde MSGySV seguiremos, por ello, impulsando foros, eventos, talleres de sensibilización y capacitación en todos los puntos posibles del planeta y en todas la culturas para ayudar a crear una conciencia no-violenta.
Llamamos a los gobiernos a que cesen su escalada de violencia institucional, que está fuera desde hace tiempo de las leyes y del derecho internacional, provocando, invadiendo, interfiriendo y promoviendo golpes de estado en otros países con posturas cínicas en defensa de la “libertad”, la “democracia” o de los “derechos humanos”.
La tentación de entrar en una espiral de acciones/reacciones cada más duras, irá abriendo el camino hacia el desastre. Por varios lugares se escucha hablar que la tercera guerra mundial está en marcha. Si tenemos gobiernos tan estúpidos e irresponsables para ir echando leña al fuego, tendremos que ser nosotros, los ciudadanos, quienes los hagamos entrar en razón.
¡Para el ser humano es hora ya de salir de la prehistoria para emprender su verdadera humanización, y el único camino es la no-violencia!
¡Nuestro apoyo y solidaridad a todas las víctimas inocentes de París!
¡También nuestro apoyo a todas las otras víctimas inocentes de la barbarie del terrorismo y las guerras en el mundo!
Mundo Sin Guerra y Sin Violencia
Equipo de Coordinación Mundial
14 de Noviembre de 2015

Los atentados en París, la guerra y el sentido de la no violencia

15.11.2015 - París Domenico Musella

Este artículo también está disponible en: FrancésItaliano

Los atentados en París, la guerra y el sentido de la no violencia
Sara Sgro, "Abrazo de vida", París, 13 de Noviembre de 2015

El cielo sobre París está lívido esta mañana. La noche que precedió fue terrible, probablemente, entre aquellas que la historia recordará.
Estoy escribiendo – no sin dificultad, lo admito – en una ciudad en guerra, en un país en guerra. Y el problema es que de esta guerra, en Francia y en Europa, nos estamos dando cuenta recién ahora. Para entenderlo, hemos tenido que esperar a verla frente a nuestros propios, con la ciudad en medio de fierros y fuego, y otras 120 víctimas inocentes (éste es el número, de acuerdo a los últimos datos que han llegado). Hemos tenido que esperar a tener “nuestros” muertos, sin preocuparnos de la gente que, cotidianamente, ayudamos a matar en el resto del mundo: por medio de las intervenciones militares, el comercio de armas, la explotación humana y del medio ambiente, en general, con el apoyo moral y financiero a un sistema que es inherentemente violento.
La conmoción y el dolor siguen aún muy fuertes, todavía me resulta difícil creerlo. El primer pensamiento anoche, cuando llegaron las primeras noticias y conversé telefónicamente con los amigos, tal vez trivial y un poco de “egoístamente”, fue: “Tengo suerte, menos mal que yo estaba en casa”. No es bonito darse cuenta de que, a poca distancia de donde uno vive, en una sala de conciertos por la que uno pasa habitualmente, en un bar en el que puedes haberte tomado una cerveza, en una calle en la que has estado millones de veces, alguien ha perdido la vida. Entonces el pensamiento trató de extenderse, llegando a incluir a los amigos que estaban por los alrededores y regresaron rápidamente a sus casas con miedo; a aquellos que trabajan en un restaurante muy concurrido en un viernes por la noche, y tuvieron que permanecer atrincherados en el interior con los clientes; a aquellos aún más cerca que yo del caos de un Viernes 13 parisino, más desafortunado de lo habitual. Entonces, le dediqué un fuerte pensamiento y una oración laica a las víctimas y a sus seres queridos, y a la humanidad que aún resiste, con todos los que han ayudado en medio del caos, abriendo sus puertas a los que escapaban de los lugares de la tragedia.
La mente siguió vagando para acabar pensando en los que viven este estado de angustia todos los días, mucho más que yo, pero que sin embargo conservan la dignidad y continúan viviendo. Pienso en la realidad que he visto en Palestina hace algunos meses; pienso en la turbulenta historia de los kurdos y sirios, en los que inocentemente se encuentran en medio de la guerra en el África subsahariana, en el bombardeo en el barrio chií de Beirut de hace dos días… y en los que tratan de escapar de esta “tercera guerra mundial difusa”, y que tiene dificultades para encontrar hospitalidad.
Pensaba en todo esto, en las condiciones inhumanas en las que muchos seres humanos viven en el planeta, cuando volvió a cobrar sentido, en mi pequeña vida, el compromiso con la no violencia. Cuando la gente me pregunta por qué me importa tanto las batallas por la paz y el renacimiento de un fuerte movimiento por la paz, a quién me pregunta por qué insisto en hablar de la no violencia frente a la mirada de “ya es suficiente” de mis interlocutores (que me consideran, en el mejor de los casos, un utópico y, en el peor, un ingenuo)… mi respuesta es simple: No quiero volver a vivir las sensaciones que tuve anoche (impactante, aunque muy atenuada y en una situación “privilegiada”). Y no quiero que nadie más en el mundo vuelva a vivirlas.
No quiero ver más al mundo totalmente en las garras de la violencia. No solo de aquella brutal, armada, evidente… sino también aquella del capital y de los estados, y aquella de todos los días, que reproducimos en las relaciones humanas, que no nos hacen ver a los demás como seres humanos pares nuestros, que nos divide, que no nos hace cooperar, la que nos lleva a destruir la casa que compartimos: el planeta Tierra. Mire a su alrededor con un poco más de profundidad y encontrará a su alrededor muchos ejemplos de la violencia. Probablemente, en los próximos días encontrará aún más: los chacales ya han comenzado a hacer su trabajo sembrando el odio y el miedo, culpando al chivo expiatorio más cercano – los musulmanes -, endureciendo aún más el control de fronteras hacia los migrantes y refugiados, militarizando y limitando las protestas, creando un clima de terror.
Frente a la crisis y a la deshumanización que vivimos, la respuesta violenta ya empezó por medio de la espiral clásica del “ojo por ojo y quedará el mundo ciego”, bien explicado por Gandhi. Ahora de lo que todo el mundo, y no solo París, tiene necesidad, es de una verdadera cultura de paz y no violencia. No una hipócrita, sino una concreta, activa, cotidiana. Creo que esta es la mejor manera de estar cerca de los que sufren en estos momentos, para evitar lo peor: esforzarnos por “Seguir siendo humanos”, como escribió Vittorio Arrigoni.
No nos quedemos atrapados en el miedo y el odio. Comprometámonos cada uno en contra de la militarización de los territorios, contra la guerra y contra las alianzas destructivas y mortíferas, como la OTAN, luchemos por la reducción drástica de los gastos militares y por formas alternativas de defensa, elijamos boicotear a los bancos que hacen ganancias con las armas y a las empresas que abusan de los trabajadores y del medio ambiente. Cuidemos nuestras vidas y lo que nos rodea, fijémonos un poco más en los demás y no solo en nosotros mismos. Construyamos de esta manera, con la no-violencia activa y organizada, un mundo en el que valga la pena vivir.
No violencia o barbarie“, nos han recordado los amigos del Movimiento No Violenta italiano con ocasión de la celebración del 2 de octubre. En este momento, más que nunca, con la barbarie frente a uno, es necesario tratar de invertir la tendencia.
(Gracias a Sara Sgro´ por el gentil permiso para usar su obra “Abrazo de vida”, dedicada a los hechos recientes en París, para ilustrar este artículo)

3 nov 2015

Sergio Huneeus expone sobre la psicologia de Silo


La psicología de Silo llega a la Universidad del Pacífico
29.10.2015 - Santiago de Chile - Redacción Chile

El profesor de Psicología Sergio Huneeus expuso la concepción del psiquismo humano, desarrollada por el pensador argentino Silo, seudónimo literario de Mario Rodríguez Cobos.

La presentación se desarrolló durante la semana de actividades extraprogramáticas que organizó el Centro de Alumnos de la Universidad de la Universidad del Pacífico.

El pensamiento de Silo puede encontrarse abarcando diferentes ramas de las ciencias sociales e incluyen un profundo estudio sobre el funcionamiento del psiquismo humano. Para consultar su obra se puede visitar la página Silo.net.
tomado de: Pressenza
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