24 dic 2010

El dia del león alado

"Era una hermosa tarde en la que estallaban los colores. El sol arrebolaba las líneas montañosas mientras los dos ríos lejanos serpenteaban en oro y plata. Entonces Ténetor III asistió a la escena que la holografía había mostrado fragmentariamente.
Allí estaba su predecesor cantando hacia la Mesopotamia:

Oh Padre, trae de lo recóndito las letras sagradas.
¡Acerca aquella fuente en la que siempre pude ver las ramas abiertas del futuro!

Y mientras el canto se multiplicaba en ecos lejanos, aparecía en el cielo un punto que se acercaba velozmente. Ténetor ajustó el zoom a esa distancia y entonces vio claramente unas alas y una cabeza de águila; un cuerpo y una cola de león; un vuelo de nave majestuoso; un metal vivo; un mito y una poesía en movimiento que reflejaba los haces del sol poniente. El canto seguía mientras se perfilaba la figura alada que extendía sus fuertes patas de león. Entonces se hizo el silencio y el grifo celeste abrió su enorme pico de marfil para responder con un chillido que, rodando en los valles, despertó a las fuerzas de la serpiente subterránea. Algunas piedras altas se trizaron elevando en su caída nubes de arena y polvo. Pero todo quedó en calma cuando el animal descendió suavemente. Pronto un jinete saltó ante el hombre que agradeció la esperada presencia de su padre.
Y el jinete extrajo de una alforja sostenida en el grifo, un libro grande, antiguo como el mundo. Luego, sentados en el rocoso suelo multicolor padre e hijo respiraron el atardecer; se contemplaron largamente y así dispuestos abrieron el viejo volumen. En cada página se asomaron al cosmos; en una sola letra vieron moverse a las galaxias barradas, a los cúmulos globulares abiertos. Los caracteres danzaban en los antiguos pergaminos y en ellos se leía el movimiento del cosmos.
Al tiempo los dos hombres (si es que eran hombres), estaban en pie. El más anciano, con sus largas ropas desajustadas y sueltas al arbitrio del viento, sonrió como nadie pudo haber sonreído jamás en este mundo. En el corazón de Ténetor III se escucharon sus palabras: “Una nueva especie se abrirá al Universo. ¡Nuestra visita ha terminado!”. Y nada más.
Nada más.


Que pasaría si el 85% de la población mundial vieran, sintieran o soñaran con el león alado diciendo las palabras arriba resaltadas?

Cuales serían las consecuencias sociales de ello?

Escucho tu opinión!

Kiesha Crowther


Uno con la Naturaleza. Chamán Kiesha Crowther "Pequeña Abuela" from SolRak50 on Vimeo.

20 dic 2010

Canción de la tierra, por Michael Jackson

La Canción de la Tierra (ver video)

¿Qué hay del amanecer?
¿Qué hay de la lluvia?
¿Qué hay de todas las cosas
que dijiste que tendríamos que gana?
¿Qué hay de los campos de concentración?

¿Tienes un momento?
¿Qué hay de todas las cosas
que dijiste que eran tuyas y mías?
¿Alguna vez te has parado a observar
toda la sangre que hemos derramado anteriormente?
¿Alguna vez te has parado a observar
la Tierra y las costas que llora?

Aaaaaaaaaaaah Aaaaaaaaaaah

¿Qué le hemos hecho al mundo?
Mira lo que hemos hecho.
¿Qué hay de toda la paz
que le prometiste a tu único hijo?
¿Qué hay de los campos florecientes?

¿Tienes un momento?
¿Qué hay de todos los sueños
que dijiste que serían tuyos y míos?
¿Alguna vez te has parado a observar
todos los niños que mueren por la guerra?
¿Alguna vez te has parado a observar
la Tierra y las costas llorosas?

Aaaaaaaaaaah Aaaaaaaaaaaah

Solía soñar
Solía mirar más allá de las estrellas.
Ahora no sé donde estamos
Aunque sé que hemos ido lejos a la deriva.

Aaaaaaaaaaah Aaaaaaaaaaaah
Aaaaaaaaaaah Aaaaaaaaaaaah

Hey, ¿Qué hay del ayer?
(¿Qué hay de nosotros?)
¿Qué hay de los mares?
(¿Qué hay de nosotros?)
Los cielos están cayendo
(¿Qué hay de nosotros?)
Ni siquiera puedo respirar
(¿Qué hay de nosotros?)
¿Qué hay de la Tierra sangrante?
(¿Qué hay de nosotros?)
¿No podemos sentir sus heridas?
(¿Qué hay de nosotros?)
¿Qué hay de los valores de la naturaleza?
(Ohhh, ohhh)

Es el seno de nuestro planeta
(¿Qué hay de nosotros?)
¿Qué hay de los animales?
(¿Qué hay de eso?)
Hemos convertido reinos en polvo
(¿Qué hay de nosotros?)
¿Qué hay de los elefantes?
(¿Qué hay de nosotros?)
¿Hemos perdido su confianza?
(¿Qué hay de nosotros?)
¿Qué hay de las ballenas que lloran?
(¿Qué hay de nosotros?)
Estamos destrozando los mares
(¿Qué hay de nosotros?)
¿Qué hay de los senderos del bosque?

(Ohhh, ohhh)

Quemados a pesar de nuestras súplicas
(¿Qué hay de nosotros?)
¿Qué hay de la tierra santa?
(¿Qué hay de eso?)
Apartada por creencias
(¿Qué hay de nosotros?)
¿Qué hay del hombre común?
(¿Qué hay de nosotros?)
¿Podemos liberarlo?
(¿Qué hay de nosotros?)
¿Qué hay de los niños que mueren?
(¿Qué hay de nosotros?)
¿Puedes oírlos llorar?
(¿Qué hay de nosotros?)
¿Dónde nos equivocamos?

(Ohhh, ohhh)

Que alguien me diga por qué
(¿Qué hay de nosotros?)
¿Qué hay de los bebés?
(¿Qué hay de eso?)
¿Qué hay de los días?
(¿Qué hay de nosotros?)
¿Qué hay de toda su alegría
(¿Qué hay de nosotros?)
¿Qué hay del hombre?
(¿Qué hay de nosotros?)
¿Qué hay del hombre que llora?
(¿Qué hay de nosotros?)
¿Qué hay de Abraham?
(¿Qué hay de nosotros?)
¿Qué hay de la muerte, otra vez?

(Ohhh, ohhh)

¿Nos trae sin cuidado?

Aaaaaaaaaah Aaaaaaaaaaah

Fuente: musica.com
Letra añadida por Angel Shalom

19 dic 2010

habla un indigena Hoppi sobre lo que hacemos y lo que vendrá

parte 1
parte 2
A proposito:
"…Y mientras nos postergan, estos que prometieron progreso para todos siguen abriendo el foso que separa a las minorías opulentas de las mayorías cada vez más castigadas. Este orden social nos encierra en un círculo vicioso que se realimenta y proyecta a un sistema global del que no puede escapar ningún punto del planeta. Pero también está claro que en todas partes comienza a descreerse de las promesas de la cúpula social, que se radicalizan posiciones y que comienza la agitación general. ¿Lucharemos todos contra todos? ¿Lucharán unas culturas contra otras, unos continentes contra otros, unas regiones contra otras, unas etnias contra otras, unos vecinos contra otros y unos familiares contra otros? ¿Iremos al espontaneísmo sin dirección, como animales heridos que sacuden su dolor o incluiremos todas las diferencias, bienvenidas sean, en dirección a la revolución mundial? Lo que estoy tratando de formular es que se está presentando la disyuntiva del simple caos destructivo o de la revolución como dirección superadora de las diferencias de los oprimidos. Estoy diciendo que la situación mundial y la particular de cada individuo será más conflictiva cada día y que dejar el futuro en manos de los que han dirigido este proceso hasta hoy, es suicida. Ya no son estos los tiempos en que se pueda barrer con toda oposición y proclamar al día siguiente: “La paz reina en Varsovia”. Ya no son tiempos en que el 10% de la población pueda disponer, sin límite, del 90% restante. En este sistema que comienza a ser mundialmente cerrado, y no existiendo una clara dirección de cambio, todo queda a expensas de la simple acumulación de capital y poder. El resultado es que en un sistema cerrado no puede esperarse otra cosa que la mecánica del desorden general. La paradoja de sistema nos informa que al pretender ordenar el desorden creciente se habrá de acelerar el desorden. No hay otra salida que revolucionar el sistema, abriéndolo a la diversidad de las necesidades y aspiraciones humanas. Planteadas las cosas en esos términos, el tema de la revolución adquiere una grandeza inusitada y una proyección que no pudo tener en épocas anteriores."

Silo: "cartas a mis amigos"

11 dic 2010

Las festividades de navidad hacen aflorar las raices culturales?

(Este es un inusual post local):
Las festividades navidaeñas contribuyen a retomar las raices culturales!.Al parecer si. Prueba de elllo es el auge de la musica popular autoctona en esa epoca del año (al menos en Colombia. En otros paises sucede algo similar? Usted que puede decirnos al respecto?)
Es entonces cuando junto con el pesebre (mas autoctono que el arbol navideño por estos lares) a la gente -de todos los estratos- se le acrecienta el gusto (el valor?) de escuchar la musica que de ordinario se escucha en las veredas y en los pequeños poblados apartados del territorio nacional..
Con relación a este espontaneo fenomeno (...O será que está orquestado por la industria discografica?) me da mucho gusto compartir esta melodia que expresa el arte musical de las poblaciones veredales colombianas: Catalina, del Son de Patenguejo el cual es todo un exito radial y festivo en estas festividades navideñas en la zona andina y suroccidental de Colombia.
No solo natilla, buñuelos y desamargados: tambien en diciembre consumimos musica sencilla, no academica, no farandulera (?) de los cantores autodidactas y autoctonos. Bien por esa!
(Se podría aprovechar mas este espiritu para promover la autoestima y el amor por la cultura local! Tan en riesgo en esta época de globalizacion mercantilista? 
Gracias Son de Patanguejo por ayudarnos a conectar con la sencilla belleza de lo raizal!




10 dic 2010

Julian Assange: Por qué el mundo necesita WikiLeaks

Ver entrevista en TED (en la parte inferior del cuadro se configura el idioma de subtitulos)











Colofon:
"No resultará la paz de esa visión zoológica de la vida que propicia un orden social en base a premios y castigos trsladando la domesticación animal al honorable ciudadano que comienza a entrenarse en la desconfianza, la delación y el mercadeo de sus afectos.

“Algo hay que hacer”, se escucha en todas partes. Pues bien, yo diré que hay que hacer, pero de nada valdrá decirlo porque nadie lo escuchará.

Yo digo que en el orden internacional, todos los que están invadiendo territorios deberían retirarse de inmediato y acatar las resoluciones y recomendaciones de las Nacione Unidas.

Digo que en el orden interno de las naciones se debería trabajar por hacer funcionar la ley y la justicia por imperfectas que sean, antes que endurecer leyes y disposiciones represivas que caerán en las mismas manos de los que entorpecen la ley y la justicia.

Digo que en el orden doméstico la gente debería cumplir lo que predica saliendo de su retórica hipócrita que envenena a las nuevas generaciones.

Digo que en el orden personal cada uno debería esforzarse por lograr que coincidiera lo que se piensa con lo que se siente y lo que se hace, modelando un vida coherente y escapando a la contradicción que genera violencia


Pero nada de lo que se diga será escuchado. Sin embargo, los mismos acontecimientos lograrán que los invasores se retiren; que los duros sean repudiados por las poblaciones que exigirán el simple cumplimiento de la ley; que los hijos recriminen a sus padres su hipocresía; que cada uno se recrimine a sí mismo por la contradicción que genera en sí  y en los que lo rodean.

Estamos al final de un obscuro período histórico y ya nada será igual que antes. Poco a poco comenzará a clarear el alba de un nuevo día; las culturas empezarán a entenderse; los pueblos experimentarán un ansia creciente de progreso para todos entendiendo que el progreso de unos pocos termina en progreso de nadie. Si, habrá paz y por necesidad se comprenderá que se comienza a perfilar una nación humana universal."

Tomado de. Palabras de Silo 
con motivo de la primera celebración anual del Mensaje de Silo
Punta de Vacas. 4 de Mayo de 2004.



9 dic 2010

Joan Melé: Por una economía más humana, alejada de la cultura consumista

"Para mí ese es el gran problema. La economía siempre se ha basado en números, en beneficios, en costes, y la economía es la relación entre los seres humanos, nuestro trabajo y el planeta que nos da sustento. Todo lo que hemos hecho hasta ahora nos ha llevado al borde de la destrucción medioambiental y humana. En estos momentos, la mitad del planeta, más de tres mil millones, está en situación de pobreza.
Cualquier iniciativa que quiera llevar la economía al ámbito humano me parece bien. Está bien que se quiera enfocar en base a la felicidad en sentido de bienestar humano y no en base al beneficio económico"

Ver entrevista completa Joan Antoni Melé, subdirector del Triodos Bank y autor del libro Dinero y Conciencia. A quién sirve tu dinero, analiza con RTVE.es el papel que juega la felicidad en la escena económica y cómo influye la satisfacción personal en la crisis financiera actual.

8 nov 2010

Roberto Gomez Bolaños: Sobre la intución de la trascendencia



Yo que iba tan tranquilo
acercándome al final
de mi vida terrenal
de pronto dudo y vacilo:

Es verdad que no hay asilo para el alma?
Que morir es dejar de existir?
Que la fugaz existencia
no tiene la trascendencia
que me dejaron intuir?

No!, eso no, por favor!
Yo con mi libre albedrio
me atrevo a decir, Dios mio,
que debe haber un error

Y…perdóname señor
si con esta te incomodo,
pero es que de algún modo
te lo tengo que decir:
No me vengas a salir
que aquí se acaba todo!

7 nov 2010

Alan Badiou: la verdadera pregunta por la filosofia

La verdadera pregunta de la filosofía consiste en saber qué es una vida verdadera, qué es vivir, qué es el destino. Pero la filosofía debe aportar respuestas mínimas a estas preguntas. Mi respuesta, que es a la vez una hipótesis y una conclusión, es que la verdadera vida es una vía que acepta estar bajo el signo de la idea. Dicho de otra manera, una vida que acepta ser otra cosa que una vida animal. En todas las situaciones siempre persiste la voluntad de querer algo y esa voluntad sólo tiene sentido en relación con una voluntad de transformación.

Silo sobre el amor (Bomarzo, 30-9-2005)

P.: Podrías decir algo sobre el amor y la compasión? En el Mensaje se habla mucho del amor y la compasión. Como sería la actitud para llegar a ese estado de amor y compasión y para poderlo transferir a los otros?

R.: Me parece que mucha gente siente la compasión. Esa compasión que siente siempre parte por una suerte de empatía con el otro, ponerse en el lugar del otro. Si no me pongo en el lugar del otro no puedo sentir el otro. No puedo tener ninguna compasion si no siento al otro. Es verbal pero no es profundo, porque la compasión es interna, tengo que sentir al otro por dentro. Yo puedo ser compasivo si experimento lo que experimenta el otro, como explica el Budha, cuando transmite compasión por determinados animales. No estamos hablando de personas, estamos hablando de algo más lejano. Al ver sus descripciones, cómo va sintiendo estos animales de adentro es una cosa espectacular, es fantástico cómo logra esa empatía con cosas tanto lejanas para uno como un perro, un gato, un tigre. Bueno, nosotros no pretendemos tanto como esas descripciones pero sí pretendemos acercarnos al otro. Si nos sentimos como él, sentimos una cosa cálida con él, una cercanía con él que nos induce a solucionar los problemas de él. La compasión lleva necesariamente a buscar las salidas de los problemas del otro exactamente como si fueran problemas míos, por lo tanto si no lo siento al otro difícilmente puedo ejercitar mi compasión. Sin duda que puedo ejercitar buenos deseos pero no logro sentor desde adentro.
Hablemos ahora del amor. Cómo puedo sentir el amor si es algo que tiene que ponerse en marcha desde adentro. Desde donde se siente el amor? desde el corazón dicen algunos. Está bien, los egipcios lo sentían en el hígado (risas), eran los lugares donde se alojaba el alma. Bueno según las culturas, se aloja el alma en distintas vísceras (risas) por ejemplo hay algunas culturas donde el alma se aloja en el bolsillo (risas). Es una víscera muy especial.
Bueno, bromas aparte, efectivamente hay un registro interno. Diciendo algo herético debemos conceder que el amor se experimenta un poco alucinatoriamente. Querida mía, tus labios de rosa, tus dientes de marfil...! Bueno, las descripciones que hacen los enamorados son descripciones de monstruos!! (risas) Cómo tus dientes de marfil y tus labios de rosa? (risas) Bueno, pero todos sabemos lo que se está tratando de transmitir cuando se dicen estas cosas. Son cosas que van hacia la expresión poética y que a través de las palabras transmiten registros. Eso es lo que siento, amor, siento que eres una rosa, una flor. Por supuesto si alguien es muy riguroso dirá: una flor? y dónde están las raíces? (risas) Pero la transmisión de registros puede ser perfecta. Con estas palabras que son metáforas, la gente lo sabe muy bien lo que tiene que decir, pero lo adecuado es que coincida con lo que experimenta.
Por eso digo que tiene elementos alucinatorios, porque quitas la representación, lo inmediato, lo visual, lo auditivo y lo reemplazas por representaciones que hacen alusión. Estamos hablando lógicamente del amor entre personas, pero el amor por todas la personas, a medida que se amplía se pierde concentración. Sentir amor por una persona, a veces, vaya y pase, a lo mejor una vez en la vida o dos, o diez, pero no todo el día, a todas las horas y en todos los momentos. Sentir amor por diez personas al mismo tiempo es un poco más complicado, pero es posible. Sentir amor por la humanidad..., bueno tal vez experimente un sentimiento muy abarcativo, muy amplio, muy interesante pero no sé si se puede hablar de amar, de sentir a la humanidad. Cuando se siente amor se siente al otro. Cuando uno siente amor por la humanidad en realidad tiene un registro amplio pero sobre todo inspirador. Ese sentimiento lo lleva a uno a distintas cosas que no son estrictamente el amor. Así que, uno experimenta el amor por lo cercano pero difícilmente lo experimenta por lo lejano que es la humanidad. Más que nada uno lo experimenta por la propia tribu, por la familia, padre, madre, a lo mejor por la gente de la localidad donde uno vive porque hay experiencias comunes, pero gentes de otros países, de otros lugares me es más difícil sentirlas y ojalá los que lo dicen lo sientan porque si no lo sienten... y hablan de esas cosas... pecado! (risas)
Entonces ese amor por la humanidad que sería tan importante en este momento, ese amor por la humanidad no me parece que esté tan difundido y que se pueda experimentar realmente, pero sí me parece que se puede hacer un esfuerzo en esa dirección. Sentir en esta dirección me parece que es un gran avance. Tratar de lograr esa comunicación con lo que llamamos la humanidad me parece un gran avance, pero dar por sentado que sentimos amor por la humanidad me parece que deberíamos revisarlo. Porque estas cosas que son tan importantes y que al final terminan en una imagen del mundo hay que tratarlas con cierta delicadeza, no con slogans: Yo amo la humanidad! Bueno felíz de ti que logras eso, pero bueno, dónde lo sientes? En el pie, en el corazón? Que te da una respiración profunda? Modificas la realidad, la alucinas de algún modo? Sientes una poesía cuando hablas de la humanidad? Bueno, habría que hacer un trabajito con el otro, sentir al otro y a los otros. Ese salto del otro a los otros no está en nuestra cultura, está una frase, está un slogan, no está como registro. Yo puedo experimentar el amor por el otro. Pero cómo hago para experimentar el amor por los otros? Yo no daría por sentado y por cerrado este negocio: está claro, sentimos amor por la humanidad (risas). Así no avanzamos. Yo tengo en claro que siento amor por otro y yo deseo profundamente sentir amor por los otros, yo trabajo internamente para expandir mi amor y para saber cómo hacer y cómo va mi trabajo tengo experiencias, tengo registros distintos, veo cómo avanzo y yo aspiro algun día a registrar ese amor por la humanidad, pero yo no lo registro y no miento ni me miento y aspiro a ese amor por la humanidad y si yo estoy en esa dirección, entonces tendré que reconocer que estoy amando a la humanidad que está en el pasado y que está también en el futuro. Es una humanidad que no veo, es una humanidad que vendrá, que vendrá. Podré hacer eso si empiezo a expandir mis sentimientos hacia los otros que están porque los veo que están presentes. Imagínate llegar a la historia de la humanidad, no hablo de datos historicos, hablo de la humanidad hoy presente que es la continuación de una humanidad que ha trabajado desde hace miles de años, cientos de miles de años. Cómo puedo experimentar amor por esa humanidad? Es un proceso, siento amor por el proceso humano, algo que va cambiando, y se va transformando, no como una piedra, como algo estático, algo que tiene futuro, algo que me hace apartar todas las piedras del camino.I
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Alain Badiou “La felicidad es una idea fundamental”

Badiou convoca con método a repensar el mundo, a redefinir el papel del Estado, traza los límites de la “perfección democrática”, reinterpreta la idea de República, reactualiza las formas posibles y no aceptadas de oposición y pone en el centro de la evolución social la relegitimización de las luchas sociales.
Alain Badiou propone un principio de acción sin el cual, sugiere, ninguna vida tiene sentido: la idea. Sin ella toda existencia es vacío. A sus más de 70 años, Badiou introdujo en su reflexión el tema del amor en un libro brillante y conmovedor que acaba de salir en Francia y en el cual el autor de El ser y el acontecimiento define al amor como una categoría de la verdad y al sentimiento amoroso como el pacto más elevado que los individuos pueden plasmar para vivir.*
*Interesantes afinidades con la idea de Silo sobre el amor (ir a )

3 nov 2010

Por una pedagogia de la intencionalidad

Ver articulo de Mario Aguilar en 2° simposio "Hacia una civilización planetaria"

Fundamentos para la nueva civilización planetaria: Espiritualidad



Queridos amigos,
Agradezco al Centro de Estudios Humanistas , por invitarme a conversar sobre  “Fundamentos para la futura Civilización Planetaria”, en el Parque de Estudios y Reflexión Punta de Vacas.
Quiero resaltar lo extraordinario que me resulta que estemos discutiendo temas aparentemente lejanos del acontecer político social. Ustedes aseveran en su convocatoria, que esta civilización planetaria será una consecuencia de la tendencia de mundialización y que no se trata de una mecánica histórica, sino que se trata de una construcción intencional, de un proyecto humano.
Esto que está sucediendo en estos Parques de Estudio y Reflexión, gente que se pone de acuerdo mundialmente para influir el proceso humano hacia la conformación de una civilización planetaria, es desde ya algo muy extraordinario.
He sido, como muchos de nosotros en estos lugares, formado por las enseñanzas de Silo y he seguido su mensaje para profundizar en la búsqueda del sentido de la vida. Desde esa mirada es que abordo este trabajo sobre Espiritualidad.
Algo me impide proyectarme a ese nuevo mundo, ese nuevo mundo ya está aquí, a veces me parece rozarlo, pero también veo todo lo que hay en mí que impide que aparezca. Como puedo sortear las dificultades que pone mi conciencia al futuro. Mi propia conciencia tiene límites, son los límites de mi memoria, de mi pasado, de mis creencias. Saltar la valla y ver a otro ser humano. Te temo, que dirás de mi escrito, te parecerá bien, encontrarás que ya todo eso está dicho, te temo y me defiendo y oculto mi temor con palabras complicadas. Aquí estoy frente a ti, no quiero mentirte, no sé lo que es la espiritualidad, donde busco, donde está, se me escapa como el viento.
Dentro de mí, dentro de cada uno de nosotros hay algo que está empujando, algo que no alcanzan todas las palabras para expresarlo y por eso se ahogan en mi garganta y se me alargan los discursos sin poder contártelo. Eso pasa con esta charla sobre espiritualidad, algo en mi interior se atropella para decir abramos los ojos, todo ha cambiado, algo sucedió muy rápido, el mundo que conocimos no existe y el nuevo brilla tan fuerte que nos encandila sin que lo podamos ver.
Mientras muere el mundo antiguo, otrora moderno y postmoderno, y se evanecen sus ideologías y sus sueños, una tenue señal se enciende, ya no en los cielos, ni en los libros, ni en los objetos. Parece estar pasándonos a todos en todos lados, algo nuevo está ocurriendo en el interior del paisaje humano y al reconocerlo en mí comienzo a reconocerlo también en otros.
En cualquier cosa sobre la que se hable, la espiritualidad se está expresando, pero ¿cómo se habla de la espiritualidad misma? La espiritualidad que nutre la civilización futura recién está alumbrando con sus primeros rayos, que me acogen con ese débil calor matutino. Pero de pronto estoy nuevamente forzando las palabras, adueñándome de lo que no es mío, explicando cuando lo que quería era agradecer.
Por un momento junto al calor de una mañana fría toqué lo intocable o tal vez eso me tocó. Qué es eso que sólo puedo mirar de reojo, presencia furtiva que llenas todo lo que soy. Mi vida entera para levantar el valor de lo humano, nada es más importante que el ser humano ¿pero quién es el ser humano? Te miro, reaccionas, te hago gestos, te hago magias, reaccionas, reacciono, algo está pasando entre tú y yo, te vuelvo a mirar pero ahora veo algo tuyo dentro de mí, algo dentro mío me acepta, algo dentro mío me rechaza, te vuelvo a mirar estás dentro de mí, te envuelvo con mi sentir, estoy dentro de ti, me envuelves. ¿Quién eres? ¿Dónde estás?, traspasamos el límite, un sentimiento muy grande cruza el instante.
Mis palabras son juegos, juegos en que parece que vamos en una dirección y de pronto caminamos en la dirección opuesta y entonces irrumpe un veloz silencio y algo se hace presente que invade y emociona. Lo hago para ti, si lo hiciera para mí no funcionaría lo hago para ti y es lo más grande que puedo hacer por ti y por mí.
Estamos tratando de expresar la experiencia de lo trascendente, la experiencia de sentido que se encuentro en todos nosotros y que está expresándose. Es la nueva espiritualidad. Hay que abrirle camino, hay que despejar el paisaje para que llegue a todos nosotros como una suave ola que nos sorprende desprevenidos en la playa y nos aturde, nos remueve y nos renueva.
Si esa experiencia ya está aquí, si la reconozco, quisiera vivir en ella, recurrir a ella, y no lo lograré sin ti, ni tu sin mí. Pero si te fuerzo, si te controlo, te manipulo para que cumplas mis deseos, esa luz se apaga y todo se vuelve otra vez gris. Más gris, más desespero, mas te fuerzo y mas se esconde aquella esencia que una vez miré al pasar.
Sospechamos que por distintas circunstancias propias de la época la conciencia se está acomodando para ser inundada por un nuevo significado guardado en lo profundo de sí misma y un cambio muy grande se estaría gestando hoy en el mundo. El encuentro de las culturas, el debilitamiento de las creencias, nuevos descubrimientos como la vida sintética y la vida extraterrestre, la crisis en las iglesias, los estados y los bancos, la atmósfera general de sinsentido, muestran un mundo que muere, pero al mismo tiempo al ser humano que se despercude de sus amos para recuperar su libertad.
Entonces, entonces, entonces... Entonces estamos ante una experiencia que está emergiendo y expresándose en nosotros; ¿qué tengo que hacer para que esa experiencia crezca en mí, qué puedo hacer para acercarla a mi gente más querida, qué puedo hacer para acercarla a toda la gente? Esta experiencia se puede convertir en lo más importante de mi vida y en el centro de mi acción.
Hay algunos aspectos a observar en el despliegue de esta espiritualidad.
La violencia, que es el control de otro ser humano por distintos medios, bloquea el contacto con esa experiencia. La violencia no es cualquier conducta agresiva o pasional; violencia son acciones destinadas a controlar o manipular la libertad de otro ser humano o de conjuntos humanos La violencia se opone a la libertad y al sentido. Toda concentración de poder es una forma de violencia. En el sistema social el poder es un valor, el sentido de la acción está dado por la conquista de posición y de poder. Esta dirección mental no facilita la búsqueda de lo profundo y el acceso a experiencias de sentido. En este contexto tendremos que trabajar por la transformación social hacia la desconcentración del poder y a través de la no violencia. La búsqueda del sentido y la necesidad de tomar contacto con la experiencia de Sentido, orienta mi acción hacia la no violencia y hacia la transformación de las situaciones de violencia.
Estamos lanzados hacia el mundo a través de nuestros deseos y consideramos a eso que deseamos como el sentido de nuestras acciones. Esta mecánica de la conciencia está muy estudiada en nuestra sicología ya que está en la raíz del sufrimiento mental. El sentido de la acción no es obtener el objeto de deseo de la conciencia confundiendo ese afán y a veces al mismo objeto con el Sentido. El Sentido es una experiencia que tiñe a toda representación de la conciencia y a las acciones que ésta impulsa. La acción es el vínculo entre la conciencia y el mundo. La conciencia traduce todos sus impulsos en representaciones que terminan movilizando al cuerpo en el mundo. Todos los impulsos provienen del mundo externo y del mundo interno. Pero en la profundidad de ese mundo interno, en un límite que con nada limita, en un vacío llenado de silencio, en una suspensión de cualquier fluir, un significado que proviene de esa profundidad abarca la conciencia y ésta traducirá esa ausencia de impulso en representaciones cargadas de Sentido y las trasladará al mundo humano a través de la acción. La acción tiene sentido si está impulsada desde el Sentido. Pero esta experiencia de Sentido que fundamenta todo este desarrollo, requiere del otro para ser despertada, más precisamente requiere de un tipo de acción o un tipo de disposición hacia el otro que me posibilita la comunicación con esa experiencia de Sentido. Por esto el acto moral es el que está destinado a liberar al otro de su violencia y su sufrimiento y se experimenta en quien lo realiza como unidad y sentido. “Cuando tratas a los demás como quieres que te traten te liberas”.
El otro factor a observar es la pérdida progresiva del temor a la muerte a medida que se profundiza en la experiencia. En el sinsentido se vive identificado con el cuerpo, con los deseos, con todo, vivo aferrado al yo. La muerte aterroriza porque al morirse el cuerpo y al morirse el yo, no queda nada, me muero. Tanto aterroriza que vivo sin la conciencia de la finitud, sabiendo que moriré pero creyendo que no moriré. La conciencia siempre está alucinada, olvidada de la muerte y actuando como si ésta no existiera. La conciencia se obnubila con la diversión y el consumo, olvidando que existe. Algo pasa con la experiencia de Sentido en que algo, otro, un observador o un testigo, estuviera aquí, junto a uno, no soy yo, su presencia me conmociona y me hace dudar cada vez más de la muerte.
Estos tres factores que expongo, el tema de la violencia, el tema de la acción y el tema de la muerte se trastocan completamente desde la experiencia del sentido. Esta experiencia de sentido cambia la dirección de mi vida. La va girando levemente y ese pequeño giro hace que cambios importantes ocurran en la estructura síquica. La no violencia pudiera dejar de ser una aspiración para sentirse como necesidad, el otro y lo que haga con otro lo reconoceré como mi verdadera posibilidad de liberación, y morir pudiera convertirse en una experiencia interesante y feliz. Si esto es así, si hay una puerta abierta con lo Profundo, si se acelera la desestructuración del sistema como prevemos, si grandes conjuntos dirigen su mirada hacia la interioridad por necesidad, podríamos estar ante un cambio síquico que se proyecte efectivamente hacia la primera civilización planetaria.
En los Parques de Estudio y Reflexión se trabaja para facilitar el acceso a esas experiencias de Sentido. Se trata de poner al alcance de todo el mundo, sin chocar con las tradiciones culturales, sin discutir con la propia religiosidad o irreligiosidad, una experiencia que llene de luz a la conciencia. Una experiencia que sin colisionar con nuestras creencias, nos inunde de un nuevo sentido y nos impulse en una dirección valiosa. Una experiencia que nos comunique con los espacios profundos; con algo que está aquí adentro, detrás de los pensamientos, un silencio que me habla, detrás del silencio, más atrás de la calma…

Segunto Simposio Mundial Centro Mundial de Estudios Humanistas.

2° Simposio Mundial CMEH - 30 y 31 de octubre 2010 - Parque Los Manantiales - Chile: “FUNDAMENTOS DE LA NUEVA CIVILIZACIÓN”

30 oct 2010

La etica en la educación

"La etica en la educación" es una conferencia de Mario Aguilar Arevalo en el primer simposio internacional "La etica en el conocimiento", Punta de Vacas, Argentina en el 2008.
 He aqui algunos apartes de dicha conferencia:
 "Cuando hablamos de avanzar hacia una educación de orientación humanista, no estamos hablando simplemente de la elaboración de nuevas metodologías o de un perfeccionamiento de las técnicas pedagógicas; quiero decir que, desde nuestro punto de vista, lo que se requiere en educación son cambios de fondo, proponemos una concepción educativa diferente; de lo que hablamos es de la necesidad de un nuevo paradigma educativo. Un paradigma que rompa los estrechos moldes del positivismo y racionalismo que ha sido la base fundamental de la educación en los últimos 150 años"

"Una educación que minimiza el mundo interno es extremadamente castradora de las posibilidades de desarrollo humano pleno, así como también sería una concepción incompleta aquella que desestimara la importancia del medio externo en la construcción del pleno desarrollo humano."

"En el Nuevo Humanismo tenemos una concepción del ser humano que le da dirección y sentido a la educación en momentos en que su finalidad se ha reducido a estrechos intereses económicos y de disciplinamiento social. Para el Nuevo Humanismo la educación  adquiere una altura y una dimensión del más alto valor humano; pasa a tener una finalidad en sí misma y no queda subordinada simplemente a una capacitación productiva o a una mera socialización adaptativa; la educación es el vehículo que permite al ser humano construir su paisaje interno y su paisaje externo. Es despertar enormes capacidades que están en el equipamiento psicobiológico de toda persona y con ello abrir posibilidades transformadoras en dirección evolutiva, transformación del medio (el mundo) pero también de sí mismo y de la especie"

Acerca de la psicologia del nuevo humanismo

Ver ppt sobre la Psicologia del Nuevo Humanismo

24 oct 2010

Semblanza de Silo y su obra, por Salvatore Puleda

El pasado 16 de setiembre ha fallecido Mario Rodríguez Cobos más conocido literariamente como , mendocino fundador del Nuevo  Universal.
Con motivo de su desaparicion física, rescatamos un resumen de la línea de pensamiento y facetas de la vida de , realizado  en el encuentro de la Internacional Humanista en Santiago de Chile en 1999, en un homenaje realizado por uno de sus discípulos mas cercanos,  Salvatore Puledda, italiano, tambien ya fallecido en fines de octubre del 2001
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1 oct 2010

QUE ENTENDEMOS HOY POR HUMANISMO UNIVERSALISTA Silo

Silo en Wikipedia

La existencia de un humanismo universal,debe ser probada. Para ello habrá que considerar qué se entiende por "humanismo", dado que no hay acuerdo general sobre el significado de esta palabra y, por otra parte, será necesario discutir si es que el "humanismo" es propio de un punto, de una cultura, o si pertenece a las raíces y al patrimonio de toda la humanidad. Será conveniente, para comenzar, explicitar nuestros intereses respecto a estos temas ya que de no hacerlo podría pensarse que estamos motivados simplemente por la curiosidad histórica o por cualquier tipo de trivialidad cultural. El humanismo tiene para nosotros el cautivante mérito de ser no solo historia sino también proyecto de un mundo futuro y herramienta de acción actual.
Silo
Nos interesa un humanismo que contribuya al mejoramiento de la vida, que haga frente a la discriminación, al fanatismo, a la explotación y a la violencia. En un mundo que se globaliza velozmente y que muestra los síntomas del choque entre culturas, etnias y regiones, debe existir un humanismo universalista, plural y convergente. En un mundo en el que se desestructuran los países, las instituciones y las relaciones humanas, debe existir un humanismo capaz de impulsar la recomposición de las fuerzas sociales. En un mundo en el que se perdió el sentido y la dirección en la vida, debe existir un humanismo apto para crear una nueva atmósfera de reflexión en la que no se opongan ya de modo irreductible lo personal a lo social ni lo social a lo personal. Nos interesa un humanismo creativo, no un humanismo repetitivo; un nuevo humanismo que teniendo en cuenta las paradojas de la época aspire a resolverlas. Estos temas, en algunos casos de apariencia contradictoria, irán emergiendo con más detalle a lo largo de esta exposición.

Al preguntar "¿qué entendemos hoy por humanismo?", estamos apuntando al origen y también al estado actual de la cuestión. Empecemos por lo reconocible históricamente en Occidente, dejando las puertas abiertas a lo sucedido en otras partes del mundo en las que la actitud humanista ya estaba presente antes del acuñamiento de palabras como "humanismo", "humanista" y otras cuantas del género. En lo referente a la actitud que menciono, y que es posición común de los humanistas de las distintas culturas, debo destacar las siguientes características: 1. ubicación del ser humano como valor y preocupación central; 2. afirmación de la igualdad de todos los seres humanos; 3. reconocimiento de la diversidad personal y cultural; 4. tendencia al desarrollo del conocimiento por encima de lo aceptado como verdad absoluta; 5. afirmación de la libertad de ideas y creencias; y 6. repudio de la violencia.


Adentrándonos en la cultura europea, particularmente en la de Italia prerrenacentista, observamos que el studia humanitatis (estudio de las humanidades), estaba referido al conocimiento de las lenguas griega y latina poniendo especial énfasis en los autores "clásicos". Las "humanidades" comprendían a la historia, poesía, retórica, gramática, literatura y filosofía moral. Trataban sobre cuestiones genéricamente humanas, a diferencia de las materias propias de los "juristas", "canonistas", "legistas" y "artistas" que estaban destinadas a una formación específicamente profesional. Desde luego que éstos últimos también contaban en su capacitación con elementos propios de las humanidades, pero sus estudios eran dirigidos hacia aplicaciones prácticas propias de sus respectivos oficios. La diferencia entre "humanistas" y "profesionales" fue ahondándose en la medida en que los primeros enfatizaron en los estudios clásicos y en la investigación de otras culturas, separando del encuadre profesional un interés por lo genéricamente humano y por las cosas humanas. Esa tendencia siguió su desarrollo hasta incursionar en campos muy alejados de lo aceptado en su momento como "humanidades", dando lugar a la gran revolución cultural del Renacimiento.

En realidad, la actitud humanista se había comenzado a desarrollar mucho antes y esto podemos rescatarlo en los temas tratados por los poetas goliardos y por las escuelas de las catedrales francesas del siglo XII. Pero la palabra "umanista", que designó a un cierto tipo de estudioso, recién comenzó a usarse en Italia en 1538. En este punto remito a las observaciones de A. Campana en su artículo "The Origin of the Word 'Humanist' ", publicado en 1946. Con lo anterior estoy destacando que los primeros humanistas no se reconocían a sí mismos bajo esa designación que, en cambio, tomará cuerpo mucho más adelante. Y aquí habría que consignar que palabras afines como "humanistische" ("humanístico"), de acuerdo con los estudios de Walter Rüegg, comienzan a usarse en 1784 y "humanismus" ("humanismo") empieza a difundirse a partir de los trabajos de Niethammer de 1808. Es a mediados del siglo pasado, cuando el término "humanismo" circula en casi todas las lenguas. Estamos hablando, por consiguiente, de designaciones recientes y de interpretaciones de fenómenos que seguramente fueron vividos por sus protagonistas de un modo muy diferente a como los consideró la historiografía o la historia de la cultura del siglo pasado. Este punto no me parece ocioso y quisiera retomarlo más adelante al considerar los significados que ha tenido hasta hoy la palabra "humanismo".

Si se me permite una digresión diré que en el momento actual nos encontramos aún con aquel sustrato histórico y con las diferencias entre los estudios de las humanidades que se imparten en las facultades o institutos de estudios humanísticos y la simple actitud de personas no definidas por su dedicación profesional sino por su emplazamiento respecto de lo humano como preocupación central. Cuando hoy alguien se define como "humanista" no lo hace con referencia a sus estudios de "humanidades" y, parejamente, un estudiante o estudioso de "humanidades" no por ello se considera "humanista". La actitud "humanista" es difusamente comprendida como algo más amplio, casi totalizador, más allá de las especialidades universitarias

En el mundo académico occidental se suele llamar "humanismo" a ese proceso de transformación de la cultura que comenzando en Italia, particularmente en Florencia, entre fines del 1.300 y comienzos del 1.400 concluye, en el Renacimiento, con su expansión por toda Europa. Esa corriente apareció ligada a las humanae litterae (que eran los escritos referidos a las cosas humanas), en contraposición a las divinae litterae (que ponían el acento en las cosas divinas). Y éste es uno de los motivos por el cual se llama a sus representantes "humanistas". Desde esa interpretación el humanismo es, en su origen, un fenómeno literario con una tendencia clara a retomar los aportes de la cultura grecolatina, asfixiados por la visión cristiana medieval. Debe anotarse que el surgimiento de este fenómeno no se debió simplemente a la modificación endógena de los factores económicos, sociales y políticos de la sociedad occidental, sino que ésta recibió influencias transformadoras de otros ambientes y civilizaciones. El intenso contacto con las culturas judía y musulmana y la ampliación del horizonte geográfico, formaron parte de un contexto que incentivó la preocupación por lo genéricamente humano y por los descubrimientos de las cosas humanas.

Creo que Puledda acierta al explicar, en sus "Interpretaciones Históricas del Humanismo", que el mundo europeo medieval prehumanista era un ambiente cerrado desde el punto de vista temporal y físico que tendía a negar la importancia del contacto que se daba, de hecho, con otras culturas. La historia, desde el punto de vista medieval, es la historia del pecado y de la redención; el conocimiento de otras civilizaciones no iluminadas por la gracia de Dios no reviste gran interés. El futuro prepara simplemente el Apocalipsis y el juicio de Dios. La Tierra es inmóvil y está en el centro del Universo, siguiendo la concepción tolomeica. Todo está circundado por las estrellas fijas y las esferas planetarias giran animadas por potencias angélicas. Este sistema termina en el empíreo, sede de Dios, motor inmóvil que mueve a todo. La organización social se corresponde con esta visión: una estructura jerárquica y hereditaria diferencia a los nobles de los siervos. En el vértice de la pirámide están el Papa y el Emperador a veces aliados, a veces en pugna por la preeminencia jerárquica. El régimen económico medieval, por lo menos hasta el siglo XI, es un sistema económico cerrado fundado en el consumo del producto en el lugar de producción. La circulación monetaria es escasa. El comercio es difícil y lento. Europa es una potencia continental encerrada porque el mar, como vía de tráfico, está en manos de bizantinos y árabes. Pero los viajes de Marco Polo y su contacto con las culturas y la tecnología del extremo oriente; los centros de enseñanza de España desde donde los maestros judíos, árabes y cristianos irradian conocimiento; la búsqueda de nuevas rutas comerciales que eludan la barrera del conflicto bizantino- musulmán; la formación de una capa mercantil cada día más activa; el crecimiento de una burguesía ciudadana cada vez más poderosa y el desarrollo de instituciones políticas más eficientes como los señoríos de Italia, van marcando un cambio profundo en la atmósfera social y ese cambio permite el desarrollo de la actitud humanista. No debe olvidarse que ese desarrollo admite numerosos avances y retrocesos hasta que la nueva actitud se hace consciente.

Cien años después de Petrarca (1304-1374), existe un conocimiento diez veces mayor de los clásicos que a lo largo de todo el período anterior de mil años. Petrarca busca en los antiguos códices tratando de corregir una memoria deformada y con ello inicia una tendencia de reconstrucción del pasado y un nuevo punto de vista del fluir de la historia atascado, a la sazón, por el inmovilismo de la época. Otro de los primeros humanistas, Manetti, en su obra De Dignitate et Excellentia Hominis (la dignidad y excelencia de los hombres), reivindica al ser humano contra el Contemptu Mundi, el desprecio del mundo, predicado por el monje Lotario (posteriormente Papa, conocido como Inocencio III). A partir de allí, Lorenzo Valla en su De Voluptate (el placer), ataca el concepto ético del dolor, vigente en la sociedad de su tiempo. Y así, mientras ocurre el cambio económico y se modifican las estructuras sociales los humanistas concientizan ese proceso generando una cascada de producciones en la que se perfila esa corriente que sobrepasa el ámbito de lo cultural y termina poniendo en cuestión las estructuras del poder en manos de la Iglesia y el monarca.

Numerosos especialistas han destacado que ya en el humanismo prerrenacentista aparece una nueva imagen del ser humano y de la personalidad humana. A ésta se la construye y se la expresa por medio de la acción y es en ese sentido que se da especial importancia a la voluntad sobre la inteligencia especulativa. Por otra parte, emerge una nueva actitud frente a la naturaleza. Ésta ya no es una simple creación de Dios y un valle de lágrimas para los mortales, sino el ambiente del ser humano y, en algunos casos, la sede y el cuerpo de Dios. Por último, ese nuevo emplazamiento frente al universo físico fortalece el estudio de los distintos aspectos del mundo material, tendiente a explicarlo como un conjunto de fuerzas inmanentes que no requieren para su comprensión de conceptos teológicos. Esto muestra ya una clara orientación hacia la experimentación y una tendencia al dominio de las leyes naturales. El mundo es ahora el reino del hombre y éste debe dominarlo por el conocimiento de las ciencias.

Por la orientación comentada, los estudiosos del siglo XIX encuadraron no solamente a numerosas personalidades literarias del Renacimiento como "humanistas" sino que al lado de Nicolás de Cusa, Rodolfo Agrícola, Juan Reuchlin, Erasmo, Tomás Moro, Jacques Lefevre, Charles Bouillé, Juan Vives, colocaron también a Galileo y a Leonardo.

Es sabido que muchos temas implantados por los humanistas siguen adelante y terminan inspirando a los enciclopedistas y a los revolucionarios del siglo XVIII. Pero luego de las revoluciones americana y francesa, comienza esa declinación en la que la actitud humanista se sumerge. Ya el idealismo crítico, el idealismo absoluto y el romanticismo, inspiradores a su vez de filosofías políticas absolutistas, han dejado atrás al ser humano como valor central para convertirlo en epifenómeno de otras potencias. Esa cosificación, ese "ello" en lugar de un "tú", como destacara agudamente Martin Buber, se instalan a nivel planetario. Pero las tragedias de las dos guerras mundiales conmueve de raíz a las sociedades y resurge frente al absurdo la pregunta por el significado del ser humano. Esto se hace presente en las llamadas "filosofías de la existencia". Sobre la situación contemporánea del humanismo volveré al fin de esta exposición. Por ahora quisiera destacar algunos aspectos fundamentales del humanismo entre los que encontramos su actitud antidiscriminatoria y su tendencia a la universalidad

El tema de la mutua tolerancia y de la posterior convergencia es muy caro al humanismo y, por ello, quisiera traer nuevamente ante ustedes lo explicado por el Dr. Bauer en su conferencia del tres de noviembre. El dijo: "... en la sociedad feudal musulmana, particularmente en España, la situación de los judíos fue muy diferente. De su marginación social ni siquiera se puede hablar, como tampoco de la de los cristianos. Y solo excepcionalmente podían surgir tendencias que hoy llamaríamos "fundamentalistas". La religión dominante no se identificaba con el orden social en la misma medida como en la Europa cristiana. Ni siquiera cabe el término de "división ideológica" aquí, por más que existieran, paralelamente y con tolerancia mutua, diferentes cultos. A las escuelas y universidades oficiales iban todos juntos, cosa inconcebible en la sociedad medieval cristiana. El gran Maimónides era en su juventud discípulo y amigo de Ibn Roshd (Averroes). Y si más tarde los judíos y el propio Maimónides sufrieron presiones y persecuciones por parte de los fanáticos de origen africano que se habían apoderado del poder en El Andalús, el filósofo árabe que para ellos era hereje, tampoco se salvó de las mismas. En tal atmósfera sí podía surgir un amplio y profundo humanismo, tanto por parte de los musulmanes como de los judíos... En Italia, la situación era parecida, no solo bajo el breve imperio del Islam sobre Sicilia, sino igualmente después e incluso durante mucho tiempo bajo el dominio directo del Papado. Un monarca, de origen alemán, el emperador Federico II de Hohenstaufen, residente en Sicilia y poeta él mismo, tuvo la audacia de proclamar para su régimen una raíz ideológica tripartita: cristiana, judía y musulmana, e incluso a través de ésta última, la continuidad con la filosofía clásica griega". Hasta aquí la cita.

En lo que hace al humanismo en las culturas judía y árabe no hay mayores dificultades en rastrearlo, solamente quisiera traer aquí algunas observaciones del académico ruso Artur Sagadeev en la conferencia que sobre "El humanismo en el pensamiento clásico musulmán" diera en Moscú en noviembre del año pasado. Él destacó que ... "la infraestructura del humanismo en el mundo musulmán, era determinada por el desarrollo de las ciudades y de la cultura de las ciudades. Por las cifras siguientes es posible juzgar acerca del grado de urbanización de este mundo: en las tres ciudades más grandes de Savad -o sea, Mesopotamia del sur -; y en las dos ciudades más grandes de Egipto, vivía cerca del 20% de toda la población. Por el porcentaje de habitantes de ciudades con una población mayor a cien mil cada una, la Mesopotamia y Egipto en los siglos VIII y X superaron a países de la Europa occidental del siglo XIX, tales como los Países Bajos, Inglaterra, el País de Gales o Francia. Según cálculos muy cuidadosos, Bagdad contaba en aquel tiempo con 400.000 habitantes y la población de ciudades como Fustat (que después fue El Cairo), Córdoba, Alejandría, Kufa y Basra, era de cien mil a doscientos cincuenta mil cada una. La concentración en las ciudades de grandes recursos, provenientes del comercio y de los impuestos, determinó el surgimiento de una capa bastante numerosa de la intelectualidad medieval, una dinamización de la vida espiritual, la prosperidad de la ciencia, la literatura y el arte. En el centro de atención de todo, estaba el ser humano, como género humano y como personalidad única. Hay que señalar que el mundo musulmán medieval no conoció una división de la cultura en cultura urbana y cultura opuesta a los habitantes de las ciudades por sus orientaciones axiológicas, tales como la que representaron en Europa los habitantes de los monasterios y los de los castillos feudales. Los portadores de la educación teológica y los grupos sociales análogos a los feudales de Europa, en el mundo musulmán vivían en las ciudades y experimentaron la influencia poderosa de la cultura formada en el seno de los habitantes urbanos adinerados de las ciudades musulmanas. Sobre el carácter de las orientaciones axiológicas de los habitantes adinerados de las ciudades musulmanas, podemos juzgar por el grupo de referencia que ellos querían imitar, como encarnación de los rasgos obligatorios de una personalidad ilustre y bien educada. Este grupo de referencia lo formaban los Adibes, gente de amplios intereses humanitarios, gente de conocimientos y alta moral. El Adab, o sea el conjunto de cualidades propias del Adib, suponía ideales de la conducta ciudadana, cortesana, refinamiento, humor, y era por su función intelectual y moral sinónimo de la palabra griega "paideia" y de la palabra latina "humanitas". Los Adibes encarnaban ideales del humanismo y eran a la vez divulgadores de ideas humanistas que a veces tenían forma de sentencias lapidarias: "El hombre es problema para el hombre"; "Quien cruza nuestro mar, para aquél no existe otra orilla que no sea él mismo". La insistencia en el destino terrenal del ser humano, es típica para el Adib, y lo conducía a veces al escepticismo religioso, a la aparición entre sus portadores de la gente de moda que hacia ostentación de su ateísmo. Adab significaba inicialmente la etiqueta propia de los beduinos, pero adquirió su perfección humanista gracias a que el Califato, por primera vez desde Alejandro Magno, se convirtió en el centro de interrelación de diferentes tradiciones culturales y de la existencia de diferentes grupos confesionales, que unía el Mediterráneo con el mundo iraniano-indio. En el período de prosperidad de la cultura musulmana medieval, el Adab, por un lado se coronaba con la exigencia de conocer la filosofía helénica antigua y por el otro absorbió programas de educación elaborados por científicos griegos. Para la realización de estos programas, los musulmanes disponían de enormes posibilidades. Baste decir que según el cálculo de los especialistas solo en Córdoba se concentraban más libros que en toda Europa, fuera de Al- Andalous. La transformación del Califato en centro de influencias recíprocas con otras culturas, en la mezcla de diferentes grupos étnicos, contribuía a la formación de otro rasgo más del humanismo: el universalismo, como idea de la unidad del género humano. En la vida real, a la formación de esta idea le correspondió el hecho de que las tierras habitadas por musulmanes se extendían del río Volga en el norte hasta Madagascar en el sur y de la costa atlántica de África en el occidente hasta la costa pacifica de Asia en el oriente. Aunque con el transcurso del tiempo el imperio musulmán se desintegró y los pequeños estados formados en sus escombros eran comparados con las posesiones de los sucesores de Alejandro Magno, los fieles al Islam vivían unidos por una sola religión, una sola lengua literaria común, una sola ley, una sola cultura y en la vida cotidiana ellos se comunicaban e intercambiaban con valores culturales de diferentes y muy diversos grupos de confesiones. El espíritu del universalismo dominaba en los círculos científicos, en las reuniones ("Madjalis") que unían a musulmanes, cristianos, judíos y ateos que compartían intereses intelectuales comunes y que llegaban de diversos rincones del mundo musulmán. Los unía la "ideología de la amistad" que había unido antes a las escuelas filosóficas de la Antigüedad, como por ejemplo a estoicos, epicúreos, neoplatónicos, etc., y en el Renacimiento italiano al círculo de Marsilio Ficino. En el plano teórico, los principios del universalismo ya eran elaborados en los marcos de Kalam y después se convirtieron en la base de la concepción del mundo, tanto de los filósofos racionalistas cuanto de los místicos sufíes. En las discusiones organizadas por los teólogos Mutakallimies (los Maestros del Islam), cuyos partícipes eran representantes de diferentes confesiones, era norma fundamentar la autenticidad de sus tesis no con referencias a textos sagrados, porque estas referencias no tenían base para los representantes de otras religiones, sino apoyándose exclusivamente en la razón humana".

La lectura que acabo de hacer de la contribución de Sagadeev no contempla la riqueza descriptiva que este estudioso hace de las costumbres, vida cotidiana, arte, religiosidad, derecho y actividad económica del mundo musulmán en la época de su esplendor humanista. Quisiera pasar ahora a otro trabajo, también de un académico ruso, especialista en culturas de América. El profesor Serguey Semenov en su monografía de agosto de este año, titulada "Tradiciones e innovaciones humanistas en el mundo iberoamericano", efectúa un enfoque totalmente novedoso en el rastreo de la actitud humanista en las grandes culturas de la América precolombina.

Los dejo con su palabra: ..."cuando hablamos de las tendencias humanistas en el mundo iberoamericano, nosotros podemos analizarlas ante todo tomando el material de la obra artística, la obra de masas y la obra profesional que se materializa en los monumentos de la cultura y se graba en la memoria del pueblo. Este enfoque interdisciplinario de análisis de las manifestaciones concretas del humanismo, tiene muchas posibilidades de aplicación al mundo iberoamericano que es pluralista por excelencia y que personifica la síntesis cultural que se realiza a ambos lados del Atlántico, en cuatro continentes. Por supuesto, estos principios se diferenciaban mucho de las tradiciones del mundo eurasiático, pero les aproximaba al reconocimiento universal de la unidad de principio de todos los seres humanos, independiente de su pertenencia tribal o social. Estas nociones del humanismo, las constatamos en Mesoamérica y en América del Sur en el período precolombino. En el primer caso se trata del mito de Quetzalcoatl, en el segundo de la leyenda de Viracocha, dos deidades que rechazaban los sacrificios humanos, comúnmente de prisioneros de guerra que pertenecían a otras tribus. Los sacrificios humanos eran comunes para Mesoamérica antes de la conquista por España. Sin embargo, los mitos y las leyendas indígenas, las crónicas españolas y los monumentos de la cultura material demuestran que el culto de Quetzalcoatl que aparece en los años 1200-1100 antes de nuestra era, se vincula en la conciencia de los pueblos de esta región con la lucha contra los sacrificios humanos y con la afirmación de otras normas morales que condenan el asesinato, el robo y las guerras. Según una serie de leyendas, el gobernante tolteca de la ciudad de Tula, Topiltzin, que adoptó el nombre de Quetzalcoatl y que vivía en el siglo X de nuestra era, tenía rasgos de héroe cultural. Según estas leyendas él enseñó a los habitantes de Tula la orfebrería, prohibió hacer inmolaciones humanas y de animales y permitió sólo flores, pan y aromas como ofrendas a los dioses. Topiltzin condenaba los asesinatos, las guerras y los robos. Según la leyenda tenía aspecto de hombre blanco, pero no rubio sino moreno. Algunos cuentan que se fue al mar y otros que se encendió en una llama ascendiendo al cielo, dejando la esperanza de su regreso plasmada en la estrella matutina. A este héroe se le adjudica la afirmación del estilo de vida humanista en Mesoamérica, denominado "toltecayotl", que asimilaron no sólo los toltecas sino los pueblos vecinos que heredaron la tradición tolteca. Este estilo de vida se basaba en principios de hermandad de todos los seres humanos, de perfeccionamiento, veneración del trabajo, honestidad, fidelidad a la palabra, estudio de los secretos de la naturaleza y visión optimista del mundo. Las leyendas de los pueblos mayas del mismo período demuestran la actividad del gobernante o del sacerdote de la ciudad de Chichen-Itzá y fundador de la ciudad de Mayapán, de nombre Kukulkán, análogo maya de Quetzalcoatl. Otro representante de la tendencia humanista en Mesoamérica fue el gobernante de la ciudad de Texcoco, el filósofo y poeta Netzahualcóyotl, que vivió entre 1402 y 1472. Este filósofo también rechazaba los sacrificios humanos, cantaba la amistad entre los seres humanos y ejerció profunda influencia en la cultura de los pueblos de México. En América del Sur observamos un movimiento similar al comienzo del siglo XV. Este movimiento se vincula con los nombres del Inca Cuzi Yupanqui, que recibió el nombre de Pachacutéc, "reformador", y de su hijo Tupac Yupanqui, y con la expansión del culto del dios Viracocha. Al igual que en Mesoamérica, Pachacútec como su padre Ripa Yupanqui, asumió el título de dios y se llamó Viracocha. Las normas morales por las cuales se regía oficialmente la sociedad de Tahuantinsuyo fueron vinculadas con su culto y con reformas de Pachacútec, que al igual que Topiltzin tenía rasgos de héroe cultural". Y hasta aquí la cita de un trabajo, por supuesto, mucho más extenso y enjundioso.

Con la lectura de estos dos materiales he querido acercar una muestra de esto que llamamos "actitud humanista" en regiones muy separadas y que, por supuesto, podemos encontrar en períodos precisos de diferentes culturas. Y digo "en períodos precisos" porque tal actitud parece retroceder y avanzar de un modo pulsante a lo largo de la historia hasta que muchas veces desaparece definitivamente en los tiempos sin retorno que preceden al colapso de una civilización. Se comprenderá que establecer vínculos entre las civilizaciones a través de sus "momentos" humanistas, es una tarea vasta, de grandes alcances. Si en la actualidad, los grupos étnicos y religiosos se repliegan sobre sí mismos a fin de lograr una fuerte identidad, tenemos en marcha una suerte de chauvinismo cultural o regional en el que amenazan chocar con otras etnias, culturas o religiones. Y si es que cada cual ama legítimamente a su pueblo y su cultura, también puede comprender que en él y en sus raíces existió o existe ese "momento humanista" que lo hace, por definición, universal y semejante al otro con el que se enfrenta. Se trata pues de diversidades que no podrán ser barridas por unos o por otros. Se trata de diversidades que no son una rémora, ni un defecto, ni un retraso, sino que constituyen la riqueza misma de la humanidad. Allí no está el problema, sino en la posible convergencia de tales diversidades y es ese "momento humanista" al que aludo cuando me refiero a los puntos de convergencia.

Quisiera, por último, retomar el estado de la cuestión humanista en el momento actual. Dijimos que luego de las dos catástrofes mundiales, los filósofos de la existencia reabrieron el debate sobre un tema que parecía muerto en el pasado. Pero este debate partió de considerar al humanismo como una filosofía cuando en realidad nunca fue una postura filosófica sino una perspectiva y una actitud frente a la vida y las cosas. Si en el debate se dio por aceptada la descripción del siglo XIX, no es de extrañar que pensadores como Foucault hayan acusado al humanismo de estar incluido en ese relato. Ya antes, Heidegger había expresado su antihumanismo al considerar a éste como una "metafísica" más en su "Carta sobre el Humanismo". Tal vez la discusión estuvo basada en la posición del existencialismo sartriano que planteó la cuestión en términos filosóficos. Viendo estas cosas desde la perspectiva actual nos parece excesivo aceptar una interpretación sobre un hecho como el hecho mismo y, a partir de ello, atribuir a éste determinadas características. Althusser, Lévy-Strauss y numerosos estructuralistas han declarado en sus obras su antihumanismo, del mismo modo que otros han defendido al humanismo como una metafísica o, cuando menos, una antropología. En realidad, el humanismo histórico occidental no fue en ningún caso una filosofía, ni aun en Pico de la Mirándola o en Marsilio Ficino. El hecho de que numerosos filósofos estuvieran incluidos en la actitud humanista no implica que ésta fuera una filosofía. Por otra parte, si el humanismo renacentista se interesó por los temas de la "filosofía moral", debe entenderse a esa preocupación como un esfuerzo más por desbaratar la manipulación práctica que en ese campo efectuó la filosofía escolástica medieval. Desde esos errores en la interpretación del humanismo, considerado como una filosofía, es fácil llegar a posturas naturalistas como las que se expresaron en el "Humanist Manifesto" de 1933, o a posiciones social- liberales como en el "Humanist Manifesto II" de 1974. Así las cosas, autores como Lamont han definido sus humanismos como naturalistas y antiidealistas afirmando el antisobrenaturalismo, el evolucionismo radical, la inexistencia del alma, la autosuficiencia del hombre, la libertad de la voluntad, la ética intramundana, el valor del arte y el humanitarismo. Creo que éstos tienen todo el derecho a caracterizar así a sus concepciones pero me parece un exceso sostener que el humanismo histórico se haya movido dentro de esas direcciones. Por otra parte, pienso que la proliferación de "humanismos" en los años recientes es del todo legítima siempre que éstos se presenten como particularidades y sin la pretensión de absolutizar al humanismo en general. Por último, también creo que el humanismo actualmente está en condiciones de devenir en una filosofía, una moral, un instrumento de acción y un estilo de vida.

La discusión filosófica con un humanismo histórico y, además localizado, ha sido mal planteada. El debate recién comienza ahora y las objeciones del antihumanismo tendrán que justificarse ante lo que hoy plantea el Nuevo Humanismo Universalista. Debemos reconocer que toda esta discusión ha sido un tanto provinciana y ya lleva bastante tiempo este asunto de que el humanismo nace en un punto, se discute en un punto y tal vez se quiera exportar al mundo como un modelo de ese punto. Concedamos que el "copyright", el monopolio de la palabra "humanismo", está asentado en un área geográfica. De hecho hemos estado hablando del humanismo occidental, europeo y, en alguna medida, ciceroniano. Ya que hemos sostenido que el humanismo nunca fue una filosofía sino una perspectiva y una actitud frente a la vida, ¿no podremos extender nuestra investigación a otras regiones y reconocer que esa actitud se manifestó de modo similar? En cambio, al fijar al humanismo histórico como una filosofía y, además, como una filosofía específica de occidente no solo erramos sino que ponemos una barrera infranqueable al diálogo con las actitudes humanistas de todas las culturas de la Tierra. Si me permito insistir en este punto es por las consecuencias no solamente teóricas que las posturas antes citadas han tenido y aún tienen, sino por sus consecuencias prácticas inmediatas.


En el humanismo histórico existía la fuerte creencia de que el conocimiento y el manejo de las leyes naturales llevaría a la liberación de la humanidad, que tal conocimiento estaba en las distintas culturas y había que aprender de todas ellas. Pero hoy hemos visto que existe una manipulación del saber, del conocimiento, de la ciencia y de la tecnología. Que este conocimiento ha servido a menudo como instrumento de dominación. Ha cambiado el mundo y se ha acrecentado nuestra experiencia. Algunos creyeron que la religiosidad embrutecía la conciencia y para imponer paternalmente la libertad, arremetieron contra las religiones. Hoy emergen violentas reacciones religiosas que no respetan la libertad de conciencia. Ha cambiado el mundo y se ha acrecentado nuestra experiencia. Algunos pensaron que toda diferencia cultural era divergente y que había que uniformar las costumbres y los estilos de vida. Hoy se manifiestan violentas reacciones mediante las cuales las culturas tratan de imponer sus valores sin respetar la diversidad. Ha cambiado el mundo y se ha acrecentado nuestra experiencia...

Y hoy, frente a esta trágica sumersión de la razón, frente al crecimiento del síntoma neoirracionalista que parece invadirnos, todavía se escuchan los ecos de un racionalismo primitivo en el que fueron educadas varias generaciones. Muchos parecen decir: "¡Razón teníamos al querer acabar con la religiones, porque si lo hubiéramos logrado hoy no habría luchas religiosas; razón teníamos al tratar de liquidar la diversidad porque si lo hubiéramos logrado no se encendería ahora el fuego de la lucha entre etnias y culturas!" Pero aquellos racionalistas no lograron imponer su culto filosófico único, ni su estilo de vida único, ni su cultura única y eso es lo que cuenta. Sobre todo cuenta la discusión para solucionar estos serios conflictos hoy en desarrollo. ¿Cuánto tiempo más se necesitará para comprender que una cultura y sus patrones intelectuales o de comportamiento, no son modelos que la humanidad en general deba seguir? Digo esto porque tal vez sea el momento de reflexionar seriamente sobre el cambio del mundo y de nosotros mismos. Es fácil pretender que cambien los otros, solo que los otros piensan lo mismo. ¿No será hora de que comencemos a reconocer al "otro", a la diversidad del "tú"? Creo que hoy está planteado con más urgencia que nunca el cambio de mundo y que este cambio para ser positivo es indisoluble en su relación con el cambio personal. Después de todo, mi vida tiene un sentido si es que quiero vivirla y si es que puedo elegir o luchar por las condiciones de mi existencia y de la vida en general. Este antagonismo entre lo personal y lo social no ha dado buenos resultados, habrá que ver si no tiene mayor sentido la relación convergente entre ambos términos. Este antagonismo entre las culturas no nos lleva por la dirección correcta, se impone la revisión del declamativo reconocimiento de la diversidad cultural y se impone el estudio de la posibilidad de convergencia hacia una nación humana universal.

Por último, no pocos defectos se ha atribuido a los humanistas de las distintas épocas. Se ha dicho que también Maquiavelo era un humanista que trataba de comprender las leyes que rigen el poder; que el mismo Galileo mostró una suerte de debilidad moral frente a la barbarie de la Inquisición; que Leonardo contaba entre sus invenciones con avanzadas máquinas de guerra que diseñó para el Príncipe. Y, siguiendo la cadena, se ha afirmado que también muchos escritores, pensadores y científicos contemporáneos han mostrado aquellas debilidades. Seguramente en todo esto hay muchas cosas ciertas. Pero debemos ser justos en nuestra apreciación de los hechos: Einstein no tuvo que ver con la fabricación de la bomba atómica, su mérito radica en la producción de la célula fotoeléctrica gracias a la cual se desarrolló tanta industria, incluido el cine y la T.V., pero por sobre todo su genio se destacó en la formulación de una gran teoría absoluta: la teoría de la Relatividad. Y este Einstein no tuvo debilidades morales frente a la nueva Inquisición. Ni tampoco Oppenheimer a quien se le presentó el proyecto Manhattan para la construcción de un artefacto que diera fin al conflicto mundial solamente como arma disuasiva que jamás iba a ser utilizada contra los seres humanos. Oppenheimer fue vilmente traicionado y por ello elevó su voz en fuertes llamamientos a la conciencia moral de los científicos. Por ello se lo destituyó y por ello fue perseguido por el Mackartismo. Muchos defectos morales atribuidos a personas de actitud humanista no tienen que ver con su posición frente a la sociedad o la ciencia sino con su tesitura de seres humanos enfrentados al dolor y el sufrimiento. Si es por consecuencia y por fortaleza moral, la figura de Giordano Bruno frente al martirio, aparece como el paradigma del humanista clásico y, contemporáneamente, tanto Einstein como Oppenheimer pueden ser considerados con justeza humanistas de una pieza. ¿Y por qué, más allá del campo de la ciencia, no habríamos de considerar como genuinos humanistas a Tolstoy, a Gandhi y a Luther King? ¿No es Schweitzer un humanista? Estoy seguro que millones de personas en todo el mundo sostienen una actitud humanista ante la vida, pero cito a unas pocas personalidades porque constituyen modelos de posición humanista reconocidos por todos. Yo sé que a estas individualidades se les puede objetar conductas, en ocasiones procedimientos, sentido de la oportunidad o tacto, pero no podemos negar su compromiso con los otros seres humanos. Por otra parte, no estamos nosotros para pontificar acerca de quién es o no es un humanista sino para opinar, con las limitaciones del caso, acerca del Humanismo. Pero si alguien nos exigiera definir la actitud humanista en el momento actual le responderíamos en pocas palabras que "humanista es todo aquel que lucha contra la discriminación y la violencia, proponiendo salidas para que se manifieste la libertad de elección del ser humano".

El Humanismo Universalista, Movimiento Humanista.
Tomado de : [Mensajerositinerantes] .

de Clau Munoz, el jueves, 30 de septiembre de 2010 a las 5:05
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