Gabriel Vergara. 1993
I. COMPONENTES:
1- Nuestro psiquismo capta estímulos provenientes del mundo externo y del
intracuerpo. Esto lo hace gracias a los SENTIDOS. Poseemos exteroceptores o sentidos externos, interceptores
o sentidos internos: sentidos del dolor, de presión, sinestesia o sentido
visceral (gracias al cual recibimos información del estado y funcionamiento de
los órganos internos), y sentido kinestésico -gracias al cual nos damos cuenta
de la postura del cuerpo y sus diferentes partes, además de percibir los
movimientos corporales.
2- Todos los estímulos que pasan por los sentidos se graban en la MEMORIA.
Y se graba no solamente la imagen percibida, sino que también se graba el trasfondo
emotivo en que fue percibida dicha imagen. Cuando recordamos o evocamos una imagen
o experiencia específica, esta se recupera de la memoria junto con su clima
emotivo y, en "copresencia" se evocan los recuerdos asociados a dicha
imagen o recuerdo. Existen asociaciones por contigüidad (ej.: mesa y silla),
por similitud (ej.: silla y butaca) y por contraste (ej.: gigante y enano).
3- La CONCIENCIA, o coordinador central se encarga de estructurar los datos
provenientes de memoria y de sentidos. Surgen ahí las IMAGENES.
El termino Imagen se aplica no solo a lo visual, sino a todos los tipos de
sentidos, así, tendríamos imágenes táctiles, auditivas, gustativas, etc.)
4- Es la conciencia la encargada de evocar, apercibir, comparar, cotejar
imágenes, planificar, futurizar, escoger las respuestas a emitir y/o a diferir.
Es el trabajo de la Conciencia el que nos permite ubicarnos en el tiempo y en
el espacio.
II. RELACIÓN ENTRE LOS COMPONENTES:
5- En esta interrelación con el mundo, nuestro psiquismo genera respuestas
externas (gestos, palabras, movimientos musculares, etc.) y también genera
respuestas internas (tensiones o relajaciones musculares y viscerales, secreciones
glandulares, irritaciones de los tejidos internos). No hay respuesta interna
que no vaya acompañada de respuestas internas.
6-Los sentidos internos captan esa respuesta interna y transmiten a la
conciencia información sobre ella. Con la totalidad de esas sensaciones
internas la conciencia construye un paisaje interno.
7- Ese paisaje interno está compuesto de imágenes y de CLIMAS. (entendiendo los climas como estados emotivos
difusos y duraderos formados a lo largo de la biografía individual y de los
pueblos).
De tal manera que todo cuanto el ser humano percibe. piensa, siente, hace, imagina,
recuerda...todos esos actos dejan su huella en el paisaje interno. y dicho
paisaje interno constituye el trasfondo donde se desarrolla la actividad psíquica.
Este paisaje "tiñe" nuestra percepción de la realidad externa y de la
realidad interna, tiñendo también las acciones que lanzamos al mundo. Los
climas grabados en el psiquismo determinan el tono o estado de ánimo de la persona.
Si las acciones que la persona lanza al mundo son coherentes (si hay correspondencia
entre lo que se piensa, se dice y se hace) y si las acciones son válidas – es decir,
si se orientan en beneficio y no en perjuicio de los demás- entonces el
"sabor" interno que los acompaña es de armonía interna, de expansión.
Por el contrario, si las acciones son contradictorias y egoístas, generan
al interior tensión visceral, contracciones, lo cual se experimenta
psíquicamente como contradicción, como desazón, sabor "amargo" y de
traición a sí mismo. Y esto es independiente de la moral propia de cada cultura
y del tiempo histórico específico. Sencillamente así trabaja la conciencia:
bajo el principio de unidad y contradicción internas.
III. PROCESO: LOS COMPONENTES INTERACTUANDO EN DINÁMICA:
8- La conciencia posee tres niveles básicos de actividad: la vigilia, el
suelo y el semisueño.
En la dirección ascendente de funcionamiento de la conciencia, se gana en
claridad y en control de sí mismo. En la dirección descendente, o CREPUSCULAR,
se pierde en control de sí mismo y aumenta la confusión mental. Estados tales
como la mediumnidad, el trance hipnótico, los estados febriles, el trance
producto del consumo de sustancias psicoactivas, la anoxia o la deprivación
sensorial, son algunos de las situaciones que sumergen a la conciencia en las
vías crepusculares: La persona se siente "tomada" por el fenómeno, no
lo controla, sino que se siente arrastrada por él.
9- La conciencia tiene dos formas de funcionar, o dos vías: la vía
abstractiva (lo conceptual, intelectual, se rige por las leyes formales,
lógicas, lingüísticas) y la vía alegórica (lo simbólico, onírico, ensoñativo,
que se rige por las leyes de la asociación: similitud, contigüidad y contraste)
Los climas profundos no son accesibles a través del intelecto (o CANAL UNO).
El canal uno de la conciencia sirve para orientarse en la realidad externa,
objetiva, pero se queda corto para expresar los climas y emociones -tanto
positivas como negativas- que subyacen en la persona.
10- A través del CANAL DOS, o vía alegórica SI es posible manifestar
(y modificar) nuestros climas profundos. El escuchar la música, al oír o leer
cuentos infantiles, los estados febriles, los estados de ensueño o semisueño,
los estados de deprivación sensorial, todos ellos son estados propicios para
que se manifiesten los contenidos y climas profundos de la persona, los cuales comúnmente
son ocultados, disimulados o censurados por la conciencia en estado de vigilia.
El
consumo de sustancias psicoactivas es una forma violenta y nociva de poner a la
conciencia en el canal dos.
11- A
medida que disminuye el nivel de conciencia desde lo vigílico hacia el
semisueño y sueño:
- Se
incrementa la actividad alegórica, el pensamiento magicista e irracional.
- Disminuyen
los procesos lógicos, la crítica y la autocrítica.
- Los
estímulos internos provenientes de los órganos internos ganan la conciencia y
predominan sobre la percepción del mundo externo.
- La
memoria se desordena.
- Se
hace confusa la percepción y ubicación en el espacio y en el tiempo: el pasado
se confunde con el presente y futuro, lo recordado se mezcla con lo imaginado o
percibido.
12- Esta forma de funcionar la mente en
los estados bajos de conciencia explican la particularidad de las vivencias
bajo el efecto de las sustancias psicoactivas. A ello se suma el hecho que, en
nuestra cultura, el consumidor habitual recurre a las sustancias psicoactivas
desde un estado de tensión interna grande, producto de las relaciones
conflictivas e insatisfactorias con su entorno.
Así, mediante el mecanismo de traducción de impulsos, los climas y estados
internos -representados fisiológicamente en tensiones e irritaciones de los órganos
internos- se traducen en imágenes desacostumbradas e "irreales"
("cada drogado tiene el viaje que corresponde a su nivel de desorden y
tensión interna"); o, compensatoriamente, se traducen en lo anhelado: en
imágenes de libertad, de flotar, de crecer, de "zafarse" de la
"cruel realidad", etc. ("cada cual sueña con lo que le hace
falta").
13- Así que, las alucinaciones no son casuales ni están afuera: son
proyecciones de contenidos que están, en mayor o menor grao, integradas en la
conciencia y que corresponden fisiológicamente a sistemas de tensiones e
irritaciones viscerales crónicas y profundas en el cuerpo del sujeto
alucinante.
A MANERA DE CONCLUSIÓN:
Las sustancias psicoactivas permiten "rozar" otros niveles de
conciencia en que se puede colocar a la conciencia. Y la vivencia en tales
niveles puede ser muy placentera, y, por lo tanto, muy reforzante (produciendo
rápida habituación), al grado que el drogadicto asume el "pagar con su
salud" -e incluso con su vida- el privilegio de experimentar tan
placenteras vivencias. Pero esta práctica "daña la cerradura de esa
delicada y fina caja de música que es la conciencia".
¿Existirían formas inocuas de experimentar niveles de conciencia ampliada?
¿Existirá a futuro métodos y prácticas seguras e inofensivas de explorar
los mundos internos en su profundidad, variedad y riqueza -ante lo cual los drogadictos
de hoy serían kamikazes inconscientes e involuntarios de la exploración y colonización
por el ser humano de aquello que hoy en día sabemos tan poco y tememos tanto:
los espacios internos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario