UNIVERSIDAD RUSA DE LA AMISTAD ENTRE LOS PUEBLOS
CENTRO DE ESTUDIOS HUMANISTAS DE MOSCU
FUNDACION PANGEA ESPAÑA
Proponen la siguiente
DECLARACION DE PRINCIPIOS DEL HUMANISMO YLA NO VIOLENCIA (1)
Humanismo, tolerancia y convergencia en la diversidad: cimientos de un nuevo mundo no violento.
Basados en los conceptos generales del humanismo, los derechos humanos universales y los documentos correspondientes de las Naciones Unidas y UNESCO; considerando el aumento de la violencia tanto a nivel de relaciones internacionales como entre diferentes etnias, ideologías y confesiones, proclamamos la presente "Declaración de Principios del Humanismo y la No violencia".
Los fundamentos teóricos de la no violencia están presentes ya desde los orígenes de las grandes culturas espirituales de la humanidad, de la filosofía y la religión, afirmando la no aceptación y condena de la violencia. Estas tradiciones han sido continuadas y desarrolladas por grandes filósofos y hombres de acción del campo religioso y cultural (León Tolstoy, Mahatma Gandhi, Martin Luther King y otros). El Humanismo Universalista y el movimiento por la no violencia activa reconocen hoy como referencia mundial al pensador latinoamericano y guía espiritual Mario Rodríguez Cobos, Silo. Es imprescindible el reconocimiento generalizado de la metodología de la no violencia como fundamento del humanismo.
El humanismo es resultado del desarrollo espiritual y moral del ser humano, del despliegue de su esencia. El humanismo, como expresión de amor y compasión hacia el ser humano, está destinado aunir a las personas y a la humanidad en su conjunto. Al mismo tiempo, no violencia no implica pacifismo, pasividad frente al mal. La no violencia debe ser fuerte, activa y efectiva. Su fuerza está ante todo en la verdad, sin embargo la violencia debe ser neutralizada y detenida.
Ahora, en el siglo de la globalización, el mundo comienza nuevamente a sumirse en el caos, tanto de la violencia descontrolada como de la violencia dirigida: hacia las personas, los pueblos, los estados, e incluso hacia regiones enteras, culturas y religiones. Consideramos que en la realización de los principios más abajo enunciados la educación juega un rol fundamental, por lo cual convocamos a la creación de un espacio formativo común de alcance mundial, basado en las ideas humanistas y promotor de una cultura de la paz y la no violencia. Es necesario impulsar la difusión y el desarrollo de la cultura de la no violencia en todo el mundo, como así también resistir a la violencia en todas sus formas y expresiones.
Resumiendo lo antedicho, decimos:
Consideramos al ser humano como máximo valor por encima del dinero, del Estado, de la religión, de los modelos y de los sistemas sociales. Impulsamos la libertad de pensamiento. Propiciamos la igualdad de derechos y la igualdad de oportunidades para todos los seres humanos. Reconocemos y alentamos la diversidad de costumbres y culturas. Nos oponemos a toda discriminación y a toda forma de violencia física, económica, racial, religiosa, sexual, psicológica y moral.
Nos proponemos dar creciente cumplimiento a esa regla que nos recuerda "tratar a los demás como queremos ser tratados".
En dicho contexto, convocamos a la opinión pública mundial y a los políticos de todos los países a reconocer los siguientes principios:
Parte I. En las relaciones internacionales:
Principio 1. Cese de la producción, perfeccionamiento y distribución de armamentos de destrucción masiva, con la consiguiente reducción progresiva hasta su liquidación total.
Principio 2. Inadmisibilidad de todo intento de militarización del espacio cósmico.
Principio 3. Inadmisibilidad del uso de la violencia para la resolución de cualquier tipo de problemas. Toda medida de acción armada que resultare inevitable deberá ser aplicada exclusivamente sobre la base de las resoluciones de las Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad.
Principio 4. Desmilitarización del mundo y de Europa en particular. Declaración de Europa como zona libre de armamentos de destrucción masiva e independiente de todo bloque militar.
Principio 5. Inadmisibilidad del uso de las fuerzas armadas de los estados en calidad de instrumento de dominación y terror.
Principio 6. Lucha por una reducción coordinada de los gastos en armamentos y reorientación de los recursos liberados hacia programas sociales, a escala mundial.
Parte II. En las relaciones entre pueblo y poder:
Principio 7. Cese de la militarización de las economías nacionales y de la venta de armas entre la población.
Principio 8. Inadmisibilidad de la violencia desde cualquiera de las partes. Afirmación de la soberanía popular y los derechos humanos. Condenación del extremismo en todas sus formas y apariencias ideológicas. Sólo son admisibles los métodos de lucha legales y no violentos.
Principio 9. La metodología violenta de resolución de los problemas sociales y políticos deberá ser reemplazada por una metodología verdaderamente humanista que surja de la soberanía popular, en el centro de la cual se coloque al ser humano y su desarrollo.
Principio 10. Inadmisibilidad de la pena de muerte, por amoral y carente de justificación racional alguna. Apoyo a la resolución adoptada por las Naciones Unidas para la definitiva abolición de la pena de muerte en el mundo.
Parte III. En las relaciones interpersonales:
Principio 11. Inadmisibilidad de la violencia de un ser humano sobre otro. Respeto y observación de los derechos civiles y universales de la persona. Son inadmisibles no sólo la violencia física, sino también la económica, racial, religiosa, sexual, psicológica y moral.
Principio 12. Es inadmisible, en la literatura escolar o de otro tipo, construir la imagen de enemigo de un pueblo o cultura diferente a la propia.
Principio 13. Apoyo activo a la resolución de las Naciones Unidas declarando el 2 de octubre como Día Internacional de la No violencia.
Parte IV. En las relaciones entre ser humano, sociedad y naturaleza:
Principio 14. No violencia en la relación con el medio natural circundante implica la inadmisibilidad de toda forma de destrucción y perjuicio irreversible de la biosfera y de otros sistemas naturales, tanto en la Tierra como en el Cosmos.
Principio 15. Formación de una verdadera conciencia ecológica en todos los niveles de la sociedad,renuncia a toda política y práctica rapaz de utilización irracional de los recursos naturales.
(1) Aprobada en la Conferencia Internacional "Bases humanistas para la convergencia entre culturas", realizada en Moscú, RUDN, 26-27 octubre 2007
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