Inicio aquí el tercer estudio sobre el sentido de
la vida. Han pasado casi veinte años desde mi ensayo llamado Los estados
oscuros de la conciencia, que luego se editara como el libro Sentido del
sinsentido, y seis años desde que se publicara La mirada del sentido.
El primer estudio tenía el claro objetivo de
ayudar a superar el resentimiento. Conocer los momentos más dolorosos y poder
encontrar el modo de despegarnos de ellos hacia la esperanza y la
reconciliación. Quizás una de las cosas más rescatables fue haber considerado
al sufrimiento como indicador de un error psicológico: si sufro es porque en
algo estoy equivocado; y a partir de allí buscar el camino de reconciliación.
El segundo estudio relata el encuentro con una
experiencia trascendente, estableciendo un diálogo para que el lector reconozca
en él ese tipo de vivencias. Se revisan los temas esenciales de la vida y los
tópicos más conflictivos, iluminándolos con la óptica del Sentido.
Recién terminado el tercer
ensayo, y aprontándome a los últimos retoques, me pregunto de qué trata.
Intento mostrar que si bien la experiencia de comunicación con la profundidad
de la conciencia es la respuesta a la pregunta por el sentido, no es
suficiente, pues esa experiencia con mucha facilidad se pierde en el olvido. Las
experiencias reveladoras del ser trascendente han de traducirse en una
construcción cuya consecuencia sea el crecimiento de esa experiencia en uno y
su reconocimiento en los otros. La vivencia del contacto con la totalidad se la
experimenta como “unidad”. En este trabajo se expone que el sentido de la vida
es hacer crecer la unidad interna, junto a otros, y esa dirección es la base
para una transformación personal, social y humana.
A quién van estas palabras
Mi intento de comunicación no va a interesar a
todos. Pero, si buscas sin saber exactamente qué, o estás aburrido de
explicaciones que no conducen a nada, o necesitas cotejar lo que te sucede, o
los moldes de comportamiento te asfixian, si no sabes ya a qué achacarle lo que
te está pasando, me gustaría que recorrieras el texto a ver si algunas frases
coinciden con algo tuyo.
Para los que están perdidos o no saben quiénes son
y la pregunta regresa una y otra vez, a pesar del éxito o la falta de él, a
pesar de lo que tienen o no alcanzan a poseer. Para quienes necesitan un amigo
en la soledad. Para ti, si decides acompañarme en estas líneas.
Si estás agotado o confundido y quieres levantar
vuelo; si desconfías de todas las causas y aun así insistes en abrazar las más
nobles; si consideras el cambio social como un proyecto imposible, pero guardas
la esperanza de encontrar el camino que lo permita. Este escrito es incapaz de
revelar el sentido de tu vida, pero tal vez pueda ayudar a descubrir algo que
ya está en ti queriendo presentarse ante tus ojos.
Trataré de extraer las respuestas
sedimentadas en estos años, y alguna puede ser de utilidad. Esta es la posta de
la historia, cada generación tiende su mano a la siguiente esperando realizar
en el futuro lo que la impulsa.
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