“Este punto de humanizar la tierra que parece una tarea colosal empieza por uno mismo, y empieza por la pregunta por el sentido de la vida: la vida que estamos llevando ¿tiene o no sentido? ¿Somos simplemente un aerolito que pasa por el espacio sin rumbo definido o somos seres humanos que necesitan antes que nada dar respuestas por su futuro y dar respuesta por su sentido? ¿El Ser Humano es un ser como cualquiera, como cualquier otro de la naturaleza, que simplemente nace, crece se reproduce y muere, o es alguien que debe volver sobre su propio sentido para darle dirección, para ser artífice de su destino, para darle dirección a sus actividades? Estas preguntas debemos hacérnoslas, me parece. Ni siquiera digo debemos; más bien, diría: bueno, es conveniente reflexionar sobre el sentido que tiene para cada uno la vida. ¿Usted se ha tomado el trabajo, aunque sea al terminar el día de preguntarse: bueno ¿qué es lo que he estado haciendo, y qué es lo que va a derivar de ésto, y qué es lo que va a pasar conmigo dentro de diez años?, ¿se ha tomado Usted ese pequeño trabajo? Bueno, hay gente que ni siquiera quiere tomarse ese trabajo porque se va a encontrar que no gobierna su propia vida, porque es gobernado por los mismos acontecimientos. Entonces para empezar a Humanizar la Tierra hay que empezar a comprender la falta de sentido que pueden tener muchas de las cosas que yo hago, hay que replantear el funcionamiento de la propia vida. ¿Hoy se siente cada día más alegre, más potente, con ganas de hacer más cosas? Esos son indicadores muy claros, parecidos a los indicadores que tiene alguien cuando ejercita sus músculos (...) ¿Me siento cada día más deprimido, temo más al futuro, temo cada día más a la enfermedad, a la soledad; o por lo contrario, veo que se abre mi futuro, me comunico mejor, veo que mis ideas funcionan a gran velocidad? Esas preguntas son muy parecidas a las que podría hacerme por mi musculatura.
*Silo. Extracto de entrevista radial. México, 1991
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