29 ago 2021

Relaciones entre la conciencia inspirada y el sentido de la vida. Dario Ergas

(fragmento de la monografia. Clic aqui para ir al texto completo)


El interés de este estudio es aumentar la comprensión de esta estructura de conciencia, acercarnos a descripciones de los estados de éxtasis, arrebato y reconocimiento, relacionar esta estructura de conciencia con la experiencia de lo sagrado, con la experiencia de Fuerza, con el estado de despertar y el sentido de la vida, que se menciona en el Mensaje de Silo.

La conciencia inspirada desde apuntes de Psicología IV

Una estructura de conciencia es un modo global de estar en el mundo, un comportamiento mental. Así reconocemos estructuras como la conciencia angustiada (o tomada por la incertidumbre y el temor), la conciencia emocionada (o tomada por las propias cargas afectivas, intenciones, sugestiones, peligros que atribuyo como provenientes del exterior), la conciencia alienada (o fugada y perdida de sí en el consumismo).


Así también la conciencia inspirada es una estructura de conciencia, un modo de estar en que se modifica la experiencia habitual del espacio-tiempo percibiendo la realidad como totalidad, unidad, o trascendencia en distintos grados y manifestando esos contactos en la ciencia, en el arte y la mística; pero también en ciertas intuiciones intensas y pálpitos del diario vivir.


Las estructuras de conciencia son modos globales y por tanto actúan tanto en el sueño como en el semisueño y la vigilia. Así podemos tener pesadillas angustiosas y sueños inspiradores, o vivir oculto de un mundo que me acecha, o con el futuro abierto y enamorado.


Podemos distinguir diferentes “estados” en una estructura de conciencia, según la posición del yo en el espacio de representación, y la actividad o el bloqueo parcial de los mecanismos de reversibilidad (apercepción, evocación, crítica y autocrítica). Estos estados los podemos clasificar en “estados alterados”, en que el yo se emplaza en la periferia del espacio de representación; o “ensimismados”, en que el yo se internaliza. Un estado alterado puede ir desde la actividad diaria del yo, hasta su externalización exagerada en la emoción violenta. Un estado ensimismado puede ir desde la calma reflexiva hasta la desconexión del mundo externo. Pero esto se puede extremar si la conciencia está “perturbada”, en que la alteración produce alucinaciones, o el ensimismamiento nos pierde en un mundo onírico.


Silo aclara que la conciencia inspirada no es un estado alterado ni tampoco un estado ensimismado, sino una estructura de conciencia. Un modo de estar global, un comportamiento mental en que se producen desplazamientos del yo que modifican la experiencia habitual del espacio y del tiempo. Una estructura de conciencia que utiliza todo su potencial, tanto el sueño, como el semisueño y la vigilia en sus estados alterados o ensimismados, para desarrollar su

“propósito”. Un propósito que puede ser un fuerte deseo o una necesidad vital. Una estructura de conciencia, que para acceder a ella se atraviesa por una desestabilización o un suave trance, provocando desplazamientos de la posición habitual del yo.


Mhos casos de prácticas chamánicas, espíritas o religiosas, pueden provocar un desplazamiento del yo por medio del trance; la conciencia se inspira, pero produce un fenómeno de “sustitución” del yo; nos parece estar poseídos por fuerzas o espíritus externos, que traen mensajes y predicciones para la vida; la característica de sentirnos “tomados” o “poseídos”, la ubica en un estado crepuscular, sin posibilidad de progresar desde allí; puede incluso ser movilizada desde los instintos de conservación de la vida, resultando eficaz para salvaguardarla de peligros mortales.1


En la “suspensión” del yo, observamos los estados de éxtasis, arrebato y reconocimiento; pero también el pálpito, el rapto y ciertas intuiciones de particular fuerza.2


Por último, en un trabajo intencional, en que sostenemos la suspensión del yo, y cargamos afectivamente un propósito que nos oriente hacia los espacios profundos y sagrados de la

conciencia, Silo menciona la “supresión” del yo, de cuyas traducciones es posible abrevar para adentrarse en las preguntas esenciales de la existencia.


Las estructuras de conciencia pueden ser estudiadas a nivel personal o individual, pero también como una estructura de conciencia a nivel colectivo o social.


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